¿Evo Morales todavía puede influir en las elecciones de Bolivia? Luis Arce Runasur Campaña presidencial | MUNDO – El diario andino


En esta ciudad de solo 3 mil habitantes, sus más cercanos han construido un fuerte para protegerlo. Hasta ahora, la policía no puede llegar gracias a los cables de seguridad rotativos que se han establecido, en la punta de los escudos y las lanzas artesanales, para evitar que las autoridades tomen a su líder, que tiene una orden de arresto. El ex presidente está acusado de tener un hijo con un menor cuando era presidente y está siendo investigado por la trata de personas, una acusación infundada y producto de venganza, ha denunciado.
Boletín de regreso al mundo
El ex presidente está arraigado y continúa exigiendo que se le permita aplicar, nuevamente, a la presidencia a pesar de que la constitución lo impide. Su lucha fratricida con la que todavía el presidente Luis Arce, quien era su ministro de economía, resultó en su separación de la MAS, el partido histórico que ayudó a encontrar, y aún no constituye la suya, a quien quiere llamar Evo Pueblo.
Pero, aunque la campaña se extiende sin él y con las encuestas señalando que los primeros lugares ahora son disputados por los candidatos correctos, como Samuel Doria Medina y Jorge ‘Tuto’ Quiroga, Morales sigue siendo un factor clave porque todavía carga un colchón electoral que no es negligible.
¿Un líder insustituible?
En cinco años, el presidente Arce logró desinflar a un partido tan preponderante como el MAS, que tenía un flujo electoral que tocó el 55%, para casi rascar el 2% en esta campaña. La crisis económica, la falta de dólares, la escasez de combustible en un país de gas y las luchas internas entre el presidente y Morales llevaron la debacle a un gobierno y un movimiento que, en ese momento, se consolidó como el partido de reclamo de las clases populares bolivianas. La mayoría fue Hegemonic durante dos décadas, pero ahora está cerca de perder el estatus legal.
«Ese día, el Tribunal Electoral Supremo y el Gobierno, en lugar de contar los votos, contarán muertos. El 17 de agosto no puede haber otra opción sin la participación de la clase popular»
Para estas elecciones, la izquierda boliviana se divide en diferentes candidatos: Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, una vez Delfín de Morales y que ahora llama «traidor»; Copa Eva, alcalde de El Alto, con su movimiento morena también integrado por antiguos aliados del ex presidente; y el ex ministro Eduardo del Castillo, el solicitante oficial del MAS. En las encuestas, todos agregan un 10% de soporte, una figura ridícula para todo lo que representaba.
Sin embargo, la ausencia de Morales podría dar mucho significado a estos números. Según la última encuesta preparada para el periódico El Duty, el voto blanco, nulo e indeciso alcanza casi el 24%, más de lo que Doria Medina tiene, que es el primero con el 21%.
«Evo continues to have an important influence, but it is a bit difficult to measure it. Some surveys point out that if he were a candidate, he could even obtain 30% of the vote, that is, he would go on the second round. At the same time, he is the most rejected politician in the country,» the Bolivian journalist Raúl Peñaranda, director of the Digital Brump portal, who points out that despite this the figure of Morales has already begun to Sobreve.
Además…
El 51% es la suma de los votos de los tres principales candidatos a la oposición: Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga y Manfred Reyes Villa, por lo que se presume una segunda ronda sin la presencia de la izquierda boliviana.
El cordón incondicional en El Chapare se ha establecido en un área específica de Cochabamba, y cuando Morales quería llevar sus protestas a La Paz hace unos meses, no obtuvo la revuelta popular que estaba buscando. «Bolivia es un país de Caudillista y Morales es súper megalómano. La única forma en que podría convertirse en presidente es a través de un golpe de estado y eso ya es imposible, porque además nuestras elecciones siempre son pacíficas. Es probable que una buena parte de la base de EVO vote por Andrónnic Peinaranda
Desde una opinión diferente es el periodista Rafael Archondo, quien considera que es un error histórico marginar a Morales: «En este momento no hay condiciones para el reemplazo del liderazgo de Evo Morales. En estos años, cuando Luis Arce ha enfrentado, ha enfrentado, y en el que Arce ha tomado todo, Evo no ha podido reemplazarse dentro del universo específico de este electorado».
Archondo considera que Morales está viendo a un gobierno débil cercano que tendrá difícil en medio de la situación económica y los ajustes que tendrá que comenzar. «Ya está pensando si el próximo gobierno perdurará. Esa amenaza muestra que Morales podría ser el jefe de la oposición a pesar de no estar en un parlamento. Es decir, la oposición que uno tiene que considerar más, la que tiene la mayor capacidad de acción. Entonces, excluir a Evo Morales es un grave error de la democracia boliviana, porque tenerlo fuera es mucho más peligroso».
Peinaranda está de acuerdo en que el próximo gobierno será débil, pero tendrá que armar una coalición para poder gobernar en una etapa en la que la mayoría no ingresa a la ecuación: «Después de 20 años, creo que comienza un nuevo ciclo. Los candidatos que son contrarios a lo que ha significado la mayoría son, al menos dos Thirds, y en ese contexto no veo cómo EVO recuperará la relevancia».
La amenaza de Ruasur
El 2 y 3 de agosto, Evo Morales tiene la intención de celebrar una reunión de Ruasur, el bloque de organizaciones sociales de izquierdista latinoamericana que ha sido promovida por el ex presidente durante cuatro años, y que se ve con mucha sospecha tanto en Bolivia como en Perú.
Según el ex presidente, la reunión se llevará a cabo «con motivo del Bicentenario» de la independencia de Bolivia en la ciudad de Ivirgarzama, en Cochabamba, para «profundizar el estado plurinacional». Dado esto, la diputada de la oposición, Janira Román, le ha pedido firmemente al gobierno de Arce que evite esta reunión de este «grupo subversivo» y «evite ingresar al país de grupos njeros».
Debe recordarse que durante el Gobierno de Pedro Castillo, Morales trató de integrar Puno en el proyecto Runasur, por lo que el Congreso Peruvio lo declaró un personaje no agradable y se le prohibió ingresar al país.