Estados Unidos busca países para dar la bienvenida a los migrantes deportados | Donald Trump | Casa Blanca | Último | MUNDO

Después El Salvador, EE.UU Negociar acuerdos con países para dar la bienvenida a los migrantes expulsados, informó el jefe de diplomacia el miércoles Marco Rubioy Ruanda Parece estar en la lista.
Desde que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, regresó al Casa blanca a finales de enero, ha impulsado el tema de la migración irregular, que fue una de las promesas centrales de su campaña electoral. Este enfoque ha llevado a la administración a buscar maneras de controlar la migración, enfocándose en la deportación de aquellos que se encuentran en situación irregular dentro de su territorio, un objetivo que ha sido ampliamente discutido en varios foros.
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En un desarrollo reciente, en marzo, se llevó a cabo la expulsión de más de 250 personas de El Salvador, quienes fueron acusadas de pertenencia a pandillas. Esta acción refleja un enfoque agresivo por parte del gobierno estadounidense en términos de seguridad nacional y control de la migración.
«Lo digo sin disculparse: Buscamos activamente otros países para dar la bienvenida a personas de terceros países.» Esta declaración fue emitida por Rubio durante una reunión del gabinete que estaba presidida por Trump.
En sus declaraciones, Rubio añadió: «No es solo El Salvador. Estamos trabajando con otros países para decir: queremos enviar a algunas de las personas más despreciables a sus países.» Esta estrategia tiene como fin desviar la carga de la migración irregular hacia otras naciones que aceptarían a los migrantes deportados.
Fuentes que han estado al tanto de las negociaciones y que pidieron ser anónimas han revelado que Ruanda está entre las naciones que se encuentra en conversaciones con Washington. Este país, debido a su estabilidad en el contexto africano, ha llegado a acuerdos previos para aceptar migrantes deportados, en una gestión que busca compensar esta acción con una ayuda económica.
Es importante destacar que el anterior gobierno conservador del Reino Unido llegó a un acuerdo con Ruanda para aceptar migrantes deportados a cambio de una cantidad de dinero. Sin embargo, el gobierno actual liderado por Starmer de Keir, quien asumió el poder en julio del año pasado, decidió anular el pacto antes de que pudiera ser ejecutado, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de tales acuerdos en un contexto más amplio.
El acuerdo de Washington con El Salvador ha sido objeto de controversia y ha generado una ola de protestas, especialmente después de que el gobierno estadounidense admitiera que las autoridades habían engañado a un salvadoreño, Kilmar Abrego García, sin planes de traerlo de vuelta.
La Corte Suprema de los Estados Unidos ha ordenado que el gobierno facilite el regreso de Abrego García, quien no ha cometido ningún delito y tiene una orden judicial que prohíbe su deportación, poniendo de manifiesto las complicaciones legales que acompañan a estas políticas migratorias.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha expresado que está dispuesto a aceptar a los migrantes encarcelados que fueron expulsados, ofreciendo un costo mucho menor que lo que Estados Unidos estaría dispuesto a pagar para repatriarlos. El acuerdo sugiere que, según la información proveniente de la Casa blanca, el precio de esta operación sería de seis millones de dólares.