El miedo irracional a cambiar de trabajo tiene un nombre e influye en su toma de decisiones: falacia de costo hundido – El diario andino



A menudo, las personas se aferran a trabajos que ya no los satisfacen, o que, directamente, no apoyan, pero se resisten a dejarlo movido por el miedo a perder todo lo que han invertido para llegar a donde están: tiempo, esfuerzo o capacitación.
Aunque puede parecer extraño, este comportamiento responde a un sesgo psicológico llamado falacia de costos hundidos. Este sesgo puede retrasar la toma de decisiones para dejar un trabajo y perpetuarse en una situación laboral desfavorable que incluso puede afectar la salud mental.
¿Cuál es la falacia del costo hundido?
Los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman de la Universidad Hebrea de Jerusalén acuñaron por primera vez En 1972, la idea de psicólogos de sesgo cognitivo como Daniel Kahneman, Premio Nobel en 2002, se basó en el trabajo de Tversky y Kahneman Para demostrar La profunda influencia de este sesgo en la toma de decisiones comerciales y personales, siendo relativamente fácil de quedar atrapado en esa situación de inmovilidad.
Richard Thaler Presentado por primera vez El concepto práctico de la falacia del costo hundido, concluyendo que las personas tienen una mayor tendencia a usar un cierto bien o servicio cuando previamente han invertido dinero en ellas.
De acuerdo a Investigación Desde la Universidad de Ohio (EE. UU.), La falacia del costo hundido se refiere a la tendencia de que las personas tienen que continuar una actividad o permanecer en una determinada situación porque los recursos ya se han invertido, aunque estos recursos son irrecuperables y la decisión lógica sería abandonarla.
En la toma de decisiones de trabajo, caer en la falacia del costo hundido, o del costo irrecuperable, implica posponer indefinidamente la decisión de cambiar los trabajos solo porque no queremos «perder» lo que nos ha costado alcanzar la posición actual.
El sesgo en decisiones importantes
Este error de pensamiento hace que las personas se estancen en trabajos que no los motivan e incluso están restringiendo su potencial profesional, incluso cuando hay evidencia de otras opciones más beneficiosas y racionales.
El sesgo se basa en un factor psicológico determinante como aversión a la pérdida. Por ejemplo, el sentimiento personal de responsabilidad por los recursos ya invertidos, o el miedo a parecer un «derrochador» para los demás, puede hacer que alguien permanezca años en un trabajo que ya no proporciona satisfacción o crecimiento profesional.
En Investigación psicológicaSe ha demostrado que el cambio de trabajo se pospone, aunque la alternativa es claramente mejor. Esta parálisis es producida por esta aversión a la pérdida psicológica que supone que todo el esfuerzo realizado en el pasado ha caído en una bolsa rota.
Atrapado en su propia trampa
Un estudio Realizado por los investigadores de la Universidad de Kansas con más de 1,000 participantes mostraron que, que caen en esta falacia, tienen mayores síntomas de ansiedad y posponen la búsqueda de ayuda profesional.
Investigación reciente Del Departamento de Psicología y Economía de la Universidad de California en San Diego, reflejan que «el hecho de que haya dedicado recursos irrecuperables a un proyecto no significa que tenga que hundirse con el barco», dijeron sus autores.
El evidencia científica Revela que, para evitar decisiones irracionales, es esencial identificar este sesgo cognitivo y aprender a tomar decisiones basadas en datos objetivos y posibilidades futuras, no en lo que le ha costado llegar al punto en el que está.
Reconocer la falacia del costo hundido es el primer paso para superarla en las decisiones laborales. Si esta conciencia no ocurre, existe el riesgo de continuar invirtiendo recursos, aún más intensamente, cayendo en un círculo vicioso que será cada vez más complicado de irse.
Tal y Mientras destacan Desde Asana, es importante no dejarse llevar por la inmovilidad y tomar decisiones basadas en datos objetivos y tomar una perspectiva externa, no ser dejadas por los temores e inversiones del pasado.
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