Siria – Israel: las bombas del ejército israelíes cerca del Palacio Presidencial de Damasco | Drusos | Benjamin Netanyahu | Israel Katz | Bashar al Assad | Último | MUNDO

Israel bombardeó el viernes los alrededores del Palacio Presidencial de Damasco tras amenazar con represalias contra el gobierno sirio si no tomaba medidas para proteger a la minoría Drusa, en medio de los mortales enfrentamientos sectarios que sacuden al país.
En las últimas 48 horas, más de cien personas han perdido la vida debido a los violentos enfrentamientos entre la comunidad Druza y diversos grupos armados vinculados a la facción sunita que ha desplazado al régimen opresor de Bashar al Assad. Este estallido de violencia resalta la creciente fragilidad del equilibrio social y político en Siria, un país que ha estado atrapado en un conflicto civil devastador durante más de catorce años.
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El líder espiritual de la minoría Drusa alzó la voz el jueves al calificar la situación como una «campaña genocida» dirigida contra esta comunidad religiosa esotérica, que se deriva del Islam Chiita. Además, hizo un llamado urgente a «una intervención inmediata de las fuerzas internacionales«, advirtiendo que la situación podría llegar a un punto crítico si no se toman medidas pronto.
En este contexto de creciente tensión, Israel realizó un ataque como resultado de una importante amenaza hacia ellos, específicamente después de que el líder islamista Ahmed Al Sharaa asumiera el control tras la caída de Al Assad. «Los aviones de combate atacaron los alrededores del palacio«, declaró el ejército israelí en un mensaje publicado en su canal de Telegram.
Horas antes, el Ministro de Defensa, Israel Katz, había hecho una advertencia contundente: «Si los ataques contra los drusitas se reanudan y el régimen sirio no actúa para detenerlos, Israel responderá con fuerza significativa«. Sus comentarios reflejan la inquietud de Israel ante un posible colapso del orden civil en Siria, que podría tener repercusiones en la estabilidad de la región.
«Campaña genocida»
Los violentos enfrentamientos registrados cerca de la capital, Damasco, y otras áreas del sur del país entre los druzos y los diversos grupos armados destacan la prolongada inestabilidad que ha marcado a Siria desde que comenzó la guerra civil hace más de una década.
Según informes, estos enfrentamientos han dejado un saldo de al menos 102 muertos en los últimos días, según el Observatorio de Derechos Humanos (OSDH), una organización no gubernamental británica que mantiene un monitor en Siria mediante una extensa red de fuentes. Entre los fallecidos se encontraban 30 miembros de las fuerzas de seguridad y combatientes afines, 21 milicianos de Drusos, y 10 civiles que murieron en las localidades de Jaramana y Sahnaya, ubicadas cerca de Damasco.
En la provincia de Sueda, que es un bastión para la comunidad Drusa en la región cercana a Israel, otros 40 combatientes Drusos encontraron la muerte el miércoles, siendo 35 de ellos víctimas de una emboscada, según el OSDH. Este alarmante aumento en el número de víctimas humanas pone en relieve la desesperante gravedad de la situación que atraviesa la comunidad Drusa en Siria.
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El líder espiritual Druso, el jeque Hikmat al Hajri, expresó su indignación al denunciar una «campaña genocida injustificada«, dirigiendo sus críticas hacia el presidente Al Sharaa en su respuesta a las agresiones recientes. En sus declaraciones, afirmó: «Un gobierno no debe asesinar a su propia gente usando sus propias milicias extremistas; en lugar de ello, un verdadero gobierno protege a su pueblo«.
Como respuesta a las acusaciones y llamamientos de intervención njera, el jefe de la diplomacia de Damasco, Asaad al Shaibani, argumentó que «Cualquier llamado a una intervención externa, bajo cualquier justificación o eslogan, solo llevará a un desgaste de la situación y a divisiones aún más profundas«.