September 23, 2025

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Política

Entrevista analista político Enrique Castillo Dina Boluarte «Es un gobierno improvisado, sin convicción política ni económica” | POLITICA – El diario andino

Entrevista analista político Enrique Castillo Dina Boluarte «Es un gobierno improvisado, sin convicción política ni económica” | POLITICA – El diario andino

Que estamos viviendo un momento de una anomia institucional muy fuerte y de un caos político sin precedentes. Y mientras vivimos una situación caótica, la economía trata de salvarse tomando distancia de la política.

Newsletter Mientras Tanto

—Pero la presidenta acaba de decir que los ciudadanos “hemos aprendido que no hay que hacer marchas”, “que no hay que salir”, “que hay que mantener el orden”…

Ella vive una realidad que no se condice con la que está en las calles. En realidad, lo que está sucediendo es que el ciudadano o ya se ha decepcionado totalmente de la política y prefiere no tomarla en cuenta o simplemente no le cree a nadie y prefiere vivir de su propio esfuerzo diario. ¿En qué puede resultarle útil la política a una persona si no tiene buen servicio de seguridad, no tiene buen servicio de salud, no tiene buen servicio de educación, no tiene ni siquiera orden en el tránsito? ¿Para qué le sirve la política?

—¿Alguna vez nos sirvió?

Hubo momentos en los cuales la política trató de hacer algo por el país o por lo menos no tenía el nivel de decadencia que tiene ahora. Los políticos en el pasado se cuidaban de parecer gente honesta, teníamos políticos que intentaban manejar las cosas de tal manera de darle un rumbo al país. Hoy el político del Congreso, el político del Ejecutivo, intenta resolver sus problemas particulares de grupo, de su bolsón electoral, antes que los problemas nacionales.

— ¿Exagero cuando digo que quienes nos gobiernan tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo pertenecen a la cachina política, en el sentido de la informalidad absoluta, donde no te importan las normas ni las leyes?

No exageras. Es una manera de decir que esa informalidad, de la cual antes nosotros nos quejábamos, ha llegado al mundo institucional. El Congreso es la mejor expresión. ¿Quiénes tienen influencia? Esos bolsones informales, los colectiveros, los mineros, todo el sector informal tiene hoy más influencia para la dación de leyes que los formales. Hemos llegado al punto en el cual los que no tributan, los que no cumplen las leyes, los que le hacen daño al país, tienen el país en sus manos.

— ¿Y la propia presidenta no es un poco así? Acaba de decir que ella se baña en manteca, que no le importa lo que digan de ella, pero ha demostrado bastante informalidad, no solo operándose y pagando con dólares que nadie sabe de dónde salieron, también recibiendo relojes de un ‘waiki’ y sabe Dios qué otras cosas que no sabemos.

La presidenta viene de una candidatura que, si bien en los hechos era formal, representaba a un mundo que no tenía nada todavía establecido con respecto a lo que era la capacidad de gobierno. La experiencia de Vladimir Cerrón en Junín como gobernador no aplica para una persona que era una empleada del Reniec. ¿Qué experiencia política tenía la presidenta? Ninguna. Cuando entra al gobierno, asume la jefatura del Estado sin un proyecto, sin una estructura política, sin colaboradores que pudieran ayudarla a ordenar esa situación de emergencia y se echa en manos de dos o tres ministros que le arman el Gabinete. A lo largo de estos años, ha tenido que caminar con muletas. La primera muleta fue Otárola, que le solucionaba todos los problemas. La segunda muleta fue Adrianzén, y luego Arana hasta que llegó Santiváñez.

«Hoy el político del Congreso, el político del Ejecutivo, intenta resolver sus problemas particulares de grupo, de su bolsón electoral, antes que los problemas nacionales», afirma Enrique Castillo. (Foto: Hugo Pérez / )

/ HUGO PEREZ

— Vizcarra dice que Santiváñez es el presidente del Perú.

No creo que Santiváñez tenga control sobre todo el gobierno, pero sí tiene, digamos, la mayor influencia sobre la presidenta en aquellos temas que le interesan a ella. Los Gabinetes de Dina Boluarte no han sido Gabinetes del gobierno, han sido Gabinetes para ella. Gran parte de los ministros han sido escuderos.

— ¿Responde a que comenzó su mandato con sangre, con denuncias serias, con los muertos de las asonadas? ¿Ha sido una presidenta demasiado preocupada en defenderse en lugar de tener tranquilidad para gobernar?

Totalmente. Es una presidenta que desde el primer momento siente un temor enorme al gobierno. La mejor prueba es que ella ofreció renunciar. Desde el primer momento, tiene que hacer frente a situaciones muy difíciles que implicaban problemas legales y no le queda ni tiempo ni capacidad para los temas del gobierno. En realidad, la presidenta tenía dos tareas fundamentales, por las cuales ella hubiera pasado a la historia. Primero, la lucha contra la inseguridad; y, segundo, la estabilización de la economía. Si lograba estas dos tareas, le hubieran perdonado todo. Pero ella no solamente no cometió esas tareas, las descuidó.

— ¿Boluarte llega a tener algo de fuerza porque hace alianza con Keiko y con Acuña?

Dina Boluarte se da cuenta de que para sobrevivir tenía que entregarse exactamente al otro lado en el que ella estuvo. Ella tiene que mostrarse como una conversa que se entrega a las fuerzas mayoritarias en el Congreso para no ser vacada, pero no creo que lo haya hecho con convicción política o ideológica. Lo que ha hecho es un trabajo de sobrevivencia pura y dura. Si hubiera sido convencimiento, no le estaría dando plata a Petro-Perú.

— ¿Entonces, no considera este gobierno de derecha como grita la izquierda?

No. Este es un gobierno improvisado, sin convicción política ni económica que se ha entregado a los sectores que son considerados de derecha. No se puede plantear la idea de que es un gobierno de derecha cuando la mayoría de los empresarios le reclama que haga cosas que no hace. Un ejemplo solamente: el ministro Salardi. Cuando entra, tiene una alianza, entre comillas, con los empresarios. Se reúne con ellos cada 15 días, quiere ver la agenda para destrabar inversiones, anuncia la fusión de 14 programas y anuncia que no le dará un sol a Petro-Perú. ¿Qué le pasó a Salardi?

— Lo botaron.

Entonces, pues. ¿Podrías decirme que un gobierno de derecha bota a su ministro que justamente empieza a hacer un trabajo para ayudar a los sectores empresariales? Dina no tiene convicción de derecha, tiene convicción de sobrevivencia.

— ¿Qué avizoras para las elecciones del 2026?

Yo creo que el antifujimorismo ha bajado en volumen, pero no en intensidad por dos razones, no por mérito del fujimorismo sino porque hay más anti-‘Porky’, anti-Acuña, anti-Dina. Hay un anti-Congreso y hay un anti-Cerrón. Se ha diversificado el odio. El anti ya no está concentrado en el fujimorismo, ya no es el único enemigo. Ahora mucha gente siente que el enemigo es la coalición gobernante, o sea, Dina, Keiko, Acuña, Cerrón. El fujimorismo ahora tiene competencia en el anti como en el proceso. Tan es así que ahora si tú te das cuenta en la última semana ha salido Miki Torres a golpear a ‘Porky’ porque han sentido la pegada y han dicho “si lo dejamos suelto este se dispara”. El ministro de Transportes, sin querer, le ha hecho una campaña. Tendría que pagarle por el márketing a Sandoval, pero claro, bcuando tú empiezas a tener los golpes de todos esos sectores contra ellos, entonces te das cuenta de que es un enemigo de temer. Por eso. Si no, no lo atacarían.

— ¿El fujimorismo ya no es el principal enemigo de la izquierda?

La narrativa de la izquierda es que Keiko es la jefa de Dina Boluarte, pero qué pasa si Phillip Butters crece, Álvarez crece y cualquiera crece, y ella empieza a perder posibilidades de tener un bolsón electoral como el que tenía antes. ¿Qué pasa si la izquierda también empieza a crecer? ¿Qué va a pasar con Acuña, con Somos Perú? ¿Todos se van a pelear la misma torta?

— Acuña acaba de decir que le están haciendo cargamontón.

Ya está sintiendo que, efectivamente, la narrativa de que él es el responsable de todo lo malo que ocurre está funcionando. Pero volvamos al fujimorismo. No debe ser fácil para Keiko porque si ella no es la candidata, lo más probable es que el fujimorismo pierda parte del bolsón electoral que tiene, pero si es la candidata, se está arriesgando a una probable cuarta derrota.

— ¿Entonces, para la izquierda y para el sector caviar hoy ‘Porky’ es más peligroso que Keiko?

‘Porky’ es el enemigo ahora, Keiko no tanto. ‘Porky’ no lo era hace tres meses, pero su posición en las encuestas, su capacidad de enfrentar: no se queda callado, enfrenta, sale, golpea. Polariza y esa polarización alguna ventaja le da. La exposición de López Aliaga ha sido mayor por su condición de alcalde, por el tema de los trenes. El tema del tren le ha caído del cielo. Un regalo para su campaña. Si el ministro de Transportes hubiera tenido otra actitud y no se hubiera puesto pico a pico con López Aliaga en los medios, quizá López Aliaga no hubiera tenido la ventaja que ahora tiene. Pero el ministro ha salido a golpearlo y sale a cada rato a contestarle. ¿Qué haces cuando tienes un enemigo político? Tratas de minimizarlo, por lo menos eso es lo que te dice el manual.

— ¿Y Carlos Álvarez?

Tenía más exposición hace un tiempo con el tema de la delincuencia, los venezolanos, etcétera, pero hoy está desinflado. Quizá se está preparando para volver. Pero eso es lo que está pasando: por mayor exposición y por mayor victimización, López Aliaga está logrando mantenerse arriba.

— ¿Le alcanzará el aire?

Esa es la gran duda, lo que falta para la campaña es vital. Efectivamente, no sabemos si le alcanzará el aire y si viene de atrás otra gente que puede sobrepasarlo, si Keiko puede remontar lo que de alguna manera lo poquito que ha perdido. No sabemos si aparecerá alguien nuevo, no lo sabemos.

“El problema es que tienes 10 candidaturas de derecha y solo tres de izquierda”

— ¿Le ve posibilidades a la izquierda, después de todo este desmadre?

La izquierda es una consigna. Más que nada, es un sentimiento contra lo que ellos consideran la desigualdad, contra lo que ellos consideran la riqueza de las empresas grandes, contra lo que significa el centralismo, y ese sentimiento es muy difícil que tú lo elimines, así hayamos vivido a Castillo y a Boluarte.

«Yo creo que el antifujimorismo ha bajado en volumen, pero no en intensidad por dos razones, no por mérito del fujimorismo sino porque hay más anti-‘Porky’, anti-Acuña, anti-Dina. Hay un anti-Congreso y hay un anti-Cerrón. Se ha diversificado el odio». (Foto: Hugo Pérez / )

/ HUGO PEREZ

— Pero es, justamente, la izquierda la que está al mando en los gobiernos. ¿No se cansa la gente de votar por gente inepta?

¿Contra quién es el reclamo? Contra el Estado. Te voy a contar una anécdota que, para mí, fue interesantísima. Una vez, haciendo un estudio, hace muchos años en provincias, me fui a una zona alta de Apurímac, y en esa zona encontré un colegio. Pero en las alturas donde te paras, en la canchita de fútbol del colegio y escuchas el sonido del viento. Ese colegio estaba muy bien puesto, con computadoras, los niños tenían su uniforme, sus buzos. Y un profesor, con el que yo conversé ahí, le dije: “Pero tú debes estar feliz, las empresas te ponen este colegio”. ¿Sabes lo que me contestó? “Sí, pues, es interesante. Ellos ponen la infraestructura, ellos ponen el cemento, ellos ponen los libros, las computadoras, los usos. ¿Pero quién tiene la mente de los niños? La tengo yo. Yo soy el que les dice que esto que están recibiendo son las migajas que la empresa da por todo el oro que se lleva. Yo soy el que les dice todo lo que contaminan esas empresas. Yo tengo estos niños ocho horas acá. La empresa puede poner lo que quiera, pero yo tengo capturada la mente de los niños”. Imagínate, ese adoctrinamiento de un profesor de izquierda. Si el adoctrinamiento viene desde las edades menores, es muy difícil que uno lo pueda cambiar.

— Por eso dicen que la derecha perdió la batalla ideológica.

La ha perdido y el resentimiento ha crecido. Yo no digo que hoy estamos en manos de la izquierda, pero el problema es que tienes 10 candidaturas de derecha que se van a repartir el voto y tienes solo tres candidaturas de izquierda.

— ¿Es difícil avizorar quiénes pueden despuntarse con seguridad?

Lo que me queda claro es que va a ser alguien de centroderecha y podría ser alguien de izquierda. O sea, podríamos repetir la elección pasada con una diferencia: de repente el centroderecha que entre a segunda vuelta podría no ser el fujimorismo, con lo cual tendríamos una final inédita. Ahora no tenemos una discusión entre el ataque de la derecha hacia la izquierda, tenemos una discusión entre los cinco miembros de la derecha, mientras en la izquierda tú no ves una pelea entre López Chao y Bermejo. No la hay.

— ¿Qué es lo más terrible de nuestras campañas electorales?

El ver cómo evito que el otro haga, cómo evitó que el otro gane, cómo evitó que el otro me influya y cómo yo me convierto en anti. Dime una sola iniciativa en los últimos años en la que uno diga causa nacional.

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Redactor Andino