El alcalde de Pataz posee al gobierno por asesinato de mineros y exige un apoyo real del área | Último | PERÚ
El alcalde provincial de Patla (La Libertad), Aldo Carlos Mariño, se manifestó de manera contundente tras la trágica noticias del Asesinato de los 13 trabajadores mineros secuestrados el 26 de abril, responsabilizando directamente al gobierno central por su falta de acción durante el estado de emergencia que afecta la región.
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“Condeno firmemente la actitud de esta pandilla criminal, considerando su acto como un acto totalmente terrorista que, con suerte, recibirán un castigo justo. Mi más sentido pésame a las familias de estas trece personas que fueron secuestradas, torturadas y ahora asesinadas”, declaró Mariño en una comunicación con Latina.
El alcalde cuestionó abiertamente el desempeño de la Policía y del ejecutivo, señalando una ausencia significativa de decisión para intervenir a tiempo y evitar la tragedia. “Es inaceptable que la policía o el estado no hayan tenido el coraje de actuar; si se hubieran movilizado en el momento adecuado, el asesinato podría haberse evitado. Se espera que pasen los días sin respuesta ante este desenlace. La única responsabilidad recae en el gobierno central, por no cumplir con su deber”, enfatizó.
Mariño también agregó que, según informaciones preliminares, no fue la policía quien halló los cuerpos de los mineros: «La información no oficial sugiere que han sido trabajadores quienes encontraron a los mineros, y no la policía. Es un hecho que debe ser esclarecido por la PNP”.
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En otro sentido, exigió a la empresa Poderoso minera, que mantenía un vínculo contractual con R&R, la firma para la cual trabajaban las víctimas, que asuma su responsabilidad moral y social con las familias afectadas. «Es su obligación cuidar de aquellos que han quedado en la orfandad. Deben garantizarles educación, vestimenta y alimentación”, agregó.
Adicionalmente, envió un mensaje directo al gobierno instando a proporcionar apoyo tangible a las rondas campesinas, quienes enfrentan el crimen organizado con recursos muy limitados. «Es momento de equipar a las rondas campesinas. Han estado combatiendo a los criminales con piedras y palos, y esto tiene que cesar.”
Finalmente, Mariño expresó la profunda frustración de una provincia que, a pesar de su significativa contribución a la economía nacional proveniente de la minería, se siente completamente abandonada: «Proporcionamos todo el oro al país. Solo deseamos que se nos devuelva en forma de desarrollo».
