October 16, 2025

Office Address

123/A, Miranda City Likaoli
Prikano, Dope

Phone Number

+0989 7876 9865 9

+(090) 8765 86543 85

Ciencia y Técnología

No se trata de una nave alienígena, sino de restos de un planeta lejano – El diario andino

No se trata de una nave alienígena, sino de restos de un planeta lejano

 – El diario andino

Cuando los astrónomos detectaron un tercer objeto interestelar visitando nuestro sistema solar, probablemente no imaginaron que tendría un impacto aún mayor que los dos anteriores. La culpa la tuvieron las primeras estimaciones sobre su tamaño, que tenía un colosal límite superior de 20 kilómetros, lo que llevó a que varios artículos del profesor de Harvard Avi Loeb argumentaran que podría tratarse de «una sonda extraterrestre posiblemente hostil». Aunque las últimas observaciones refutan que se trate de una nave extraterrestre, abren nuevas posibilidades.

Adiós a la hipótesis alienígena. La idea de que 3I/ATLAS era una nave espacial se basaba en una serie de anomalías aparentes. Avi Loeb argumentó que su trayectoria, inusualmente alineada con el plano de la eclíptica de nuestro sistema solar, su enorme tamaño y su supuesto acercamiento sigiloso eran sospechosos. Sugirió que el objeto podría estar realizando una maniobra para pasar desapercibido mientras explora nuestros planetas.

Sin embargo, observaciones posteriores desmantelaron estos argumentos uno por uno. La imagen más nítida del cometa, captada por el Telescopio Espacial Hubble, fue devastadora para la teoría de Loeb. Resultó que estábamos totalmente equivocados respecto a su tamaño. El núcleo real no medía 20 kilómetros, sino entre 320 metros y 5,6 kilómetros. La estimación inicial había sido errónea por el brillante y extenso «coma» de gas y polvo que rodea el verdadero núcleo.

Por otro lado, el comportamiento del objeto, con una expulsión de material asimétrica y la formación de una cola de polvo, confirmó que se comportaba como un cometa clásico, y no como una nave con propulsión artificial. Pero quizás no sea un cometa cualquiera, sino uno muy, muy interesante.

¿Un pedazo de exoplaneta? Según una nueva hipótesis, presentado en un estudio pendiente de revisión3I/ATLAS podría ser un trozo de un planeta extrasolar: un «fragmento clástico litificado» arrancado de una cuenca sedimentaria de un mundo lejano que ha viajado a través del cosmos para llegar hasta nosotros. Es decir, una roca formada por capas de sedimento endurecido, similares a las que encontramos en la Tierra en antiguos lechos de ríos o lagos, pero procedentes de fuera del sistema solar.

La hipótesis del geocientífico Eahsanul Haque está respaldada por varios análisis previos. Por un lado, la trayectoria de 3I/ATLAS sugiere que proviene del disco grueso de la Vía Láctea, una región poblada por estrellas mucho más antiguas que nuestro Sol, de hasta 7 mil millones de años. Esto implica que el objeto se formó en un sistema planetario con tiempo más que suficiente para desarrollar procesos geológicos complejos, incluida la actividad de agua líquida necesaria para crear cuencas sedimentarias. Y su tamaño es consistente con el tamaño de los grandes fragmentos que podrían ser expulsados ​​de un planeta después de un impacto a alta velocidad.

¿Pero no era un cometa? La presencia de una coma y una cola no contradice esta idea. El agua y otros volátiles podrían haber quedado atrapados en los poros de la roca sedimentaria. Al acercarse al Sol, el calor habría provocado la sublimación de estos hielos, generando la actividad cometaria observada sin que el objeto principal fuera una «bola de nieve sucia».

Su espectro se asemeja al de los asteroides de tipo D, ricos en carbono y silicatos2. Esta composición es compatible con la de las rocas sedimentarias terrestres, como las lutitas o las areniscas, que a menudo contienen arcilla y material carbonoso formado en procesos acuosos.

Todos los ojos puestos en 3I/ATLAS. El interés por este viajero interestelar ha sido tal que las agencias espaciales han movilizado sus instrumentos para estudiarlo. La Agencia Espacial Europea (ESA) apuntó a sus orbitadores marcianos, ExoMars TGO y Mars Expresshacia el cometa durante su máxima aproximación a Marte. Aunque la enorme distancia (30 millones de kilómetros) hacía que la observación fuera un desafío técnico, las imágenes captaron el coma difuso que lo rodea.

Se espera que futuras observaciones, como las de la sonda Juice, que lo verán en un estado más activo tras su paso cercano al Sol, revelen más datos sobre su composición. Pero si algo ya nos ha enseñado el 3I/ATLAS es la importancia que podrían tener misiones como la sonda Comet Interceptor planificada por la ESA. Sin un objetivo fijo, está diseñado precisamente para esperar en el espacio un objetivo a largo plazo o, con mucha suerte, otro visitante interestelar, para luego encender sus motores y dirigirse hacia él.

Imagen | ESO

En | La NASA ignora el estudio de Harvard sobre una supuesta nave extraterrestre: «es un cometa interestelar»

About Author

Redactor Andino