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Política

Martín Vizcarra en su hora clave: los entretelones de su último intento de convencer a los jueces que lo sentenciaran este 26 de noviembre |tlcnota| | POLITICA – El diario andino

Martín Vizcarra en su hora clave: los entretelones de su último intento de convencer a los jueces que lo sentenciaran este 26 de noviembre |tlcnota| | POLITICA – El diario andino

Lejos de los refinados salones de Palacio de Gobierno que alguna vez ocupó, la suerte de Martín Vizcarra se decide en una pequeña y desangelada habitación de un antiguo edificio en el Centro de Lima, a pocos metros de la Plaza San Martín. El lugar se parece más a un aula de colegio o de academia que a lo que realmente es: una sala para juicios de la Corte Superior Nacional (CSNJPE), la sede judicial donde se deciden los casos más complejos y emblemáticos de la justicia penal del país

Fue allí donde se realizaron las últimas audiencias del juicio del expresidente, acusado de recibir S/ 2.3 millones de dos empresas (Obrainsa e ICCGSA) que se adjudicaron obras durante su gestión como gobernador regional de Moquegua (2011-2014). Y es allí donde los jueces del Cuarto Juzgado Colegiado de la CSNJPE, liderados por la magistrada Fernanda Ayasta, definen los detalles para la sentencia que dictarán contra el expresidente este miércoles 26 de noviembre, luego de 13 meses de juicio oral.

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La fecha para la sentencia se anunció este jueves, al final de la última audiencia del juicio. El fallo se conocerá el miércoles 26 de noviembre. La fiscalía pide 15 años de condena para el expresidente, mientras que la defensa pide su absolución.

Antes, el abogado de Martín Vizcarra y el acusado dieron su alegato de cierre y su última palabra, respectivamente, en medio del ruido de la ‘portátil’ de seguidores de Perú Primero, el partido del expresidente, instalada directamente en el jirón Contumazá, la calle aledaña a la sala. Los simpatizantes vizcarristas, encabezados por el precandidato presidencial Mario Vizcarra,

El hecho no pasó desapercibido por los jueces, quienes interrumpieron la exposición del abogado para advertir que no podían escuchar lo que decía debido al ruido de gritos e instrumentos de percusión que llegaban desde el jirón Contumazá. “Eso escapa de mis manos”, replicó el abogado. A su lado, Martín Vizcarra y el personal de su propia prensa que lo acompañó a la sala comenzaron a escribir en celular rápidamente. Al poco rato, el ruido se apagó. No obstante, volvió a encenderse y duplicarse después, cuando el propio Martín Vizcarra tomó la palabra.

El alegato final

Si algo quiso proyectar Martín Vizcarra en el último día de su juicio fue confianza. En las audiencias previas, se le vio inquieto, por ratos hasta nervioso, con un rostro serio que apenas ocultaba el cansancio. Empujado por la situación y el calor de la poco ventilada sala, tuvo que limpiarse el sudor de la frente con un pañuelo blanco en más de una ocasión. La escena se vio, en particular, en la audiencia de su interrogatorio por parte de la fiscalía.

Eso sí: cuando notaba las pocas cámaras de la prensa presentes en la sala (solo estuvo presente en las cuatro sesiones presenciales del último mes), sacaba su mejor sonrisa. Esta vez, en una sesión a la que asistieron casi todos los medios nacionales y agencias internacionales, el expresidente se mostró confiado desde su ingreso al edificio. “Ahora nos toca defendernos (…) Cuando escuchen a mi abogado y mi intervención, estoy seguro de que no va a quedar ninguna duda sobre mi inocencia”, dijo, sonriente, al entrar a la sala.

Martín Vizcarra a su ingreso a la última audiencia de su juicio. Foto: GEC / Julio Reaño

Iniciada la audiencia, los abogados de las empresas involucradas en el caso dieron sus alegatos en contra del pedido de la procuraduría para que se les cobre una reparación civil. La fiscalía y la procuraduría ya habían dados sus alegatos la semana pasada, en los que aseguraron que la culpabilidad de Vizcarra fue ampliamente probada, por lo que debía recibir 15 años como condena, 9 años de inhabilitación y 4.6 millones como pago de reparación.

Según la tesis de acusación, Obrainsa pagó S/ 1 millón a Martín Vizcarra para que el consorcio que formaron con Astaldi gane el proyecto Lomas de Ilo; mientras que ICCGSA habría pagado S/ 1.3 millón para que su consorcio con Incot gane al proyecto Hospital de Moquegua. Todo ello se basa en declaraciones de colaboradores eficaces, las que suman otros testigos, peritos y documentos como cheques, facturas, correos, chats y registros de llamadas y movimientos bancarios.

Las defensas de Obrainsa y de ICCGSA indicaron que ya les han impuesto pagos de reparación civil al aceptar su responsabilidad en estos hechos en sus sentencias de colaboración eficaz. El abogado de Astaldi se opuso al pago al sostener que la empresa no supo ni participó de los actos de corrupción admitidos por su exsocia; mientras que la defensa de Incot no hizo alegatos, sino que se limitó a recordar que ellos están en un proceso de colaboración eficaz por estos hechos.

Luego fue el turno de Erwin Siccha, defensor de Martín Vizcarra. El abogado inició sus alegatos instando a los jueces a emitir una sentencia “rigurosa” y, sobre todo, «con independencia de los poderes estatales que hoy gobiernan nuestro país».

Martín Vizcarra y el fiscal Germán Juárez, su acusador, durante los alegatos finales de la defensa del expresidente. Foto: CSNJPE

Según dijo, la acusación contra su defendido se basa “en especulaciones y conjeturas, en erróneas interpretaciones jurídicas, y , sobre todo, en la “arbitrariedad del Ministerio Público, que en la actualidad, lastimosamente, es el símbolo de la violencia estatal formalizada, parte del populismo punitivo que es la tendencia en nuestro país”.

La tesis de la defensa alega que Martín Vizcarra, como gobernador de Moquegua, no tenía capacidad para condicionar o inclinar el proceso de licitación de ninguna de las obras a favor de las constructoras. Según dijo, la licitación de Lomas de Ilo estuvo a cargo del Proyecto Regional Especial Pasto Grande y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Y en cuanto al Hospital de Moquegua, indica que la capacidad para la firma del contrato estaba delegada en otro funcionaria de su gestión.

En cuanto a las supuestas entregas de dinero, confesadas en el juicio por distintos colaboradores eficaces como exdirectivos de Obrainsa e ICCGSA y de su examigo (negado por él) José Manuel Hernández, la defensa sostiene que las versiones de estos colaboradores no se comprobaron en el juicio con otros elementos. “Expresaron mentiras, que no han corroborado”, afirmó. En el juicio no se pudo probar, aseguró, su presencia en Lima en las fechas claves del supuesto cobro de coimas.

Esta defensa solicita que la decisión de la judicatura sea la absolución de todos los cargos atribuidos al señor Martín Vizcarra por los delitos de cohecho pasivo propio (…) Y además, señores magistrados, que se declare infundada la pretensión civil”, culminó el abogado. “Que la verdad objetiva resultante de este juicio predomine y prevalezca en el sistema de administración de justicia”.

Martín Vizcarra durante los alegatos finales de su defensa en la última audiencia de su juicio. Foto: GEC / Julio Reaño

La última palabra de Vizcarra

Durante un receso de la audiencia ordenado por el juzgado, Martín Vizcarra salió al pasillo a comer un bocadillo y conversar con su abogado. Al volver, aprovechó para acercarse nuevamente a la zona acomodada para la prensa. “¿Están aburridos?“, preguntó sonriente. Agregó que solo faltaba que su abogado termine de exponer y que luego él haría lo mismo durante 15 minutos.

El personal del CNSJPE, sin embargo, le recordó que no se podían dar declaraciones a la prensa dentro de la sede judicial y el expresidente se comprometió a conversar con los periodistas luego. Afuera, su ‘portátil’ iba creciendo y pronto quedaría en evidencia que el acusado tenía preparado lo que iba a hacer a su salida del juzgado, en la que podría ser la última vez que deje en libertad una sede del Poder Judicial.

Con la audiencia en marcha de nuevo y luego de que su abogado terminó su alegato, el juzgado dio la palabra a Martín Vizcarra para su “defensa material”, su última palabra. Ese espacio, en el que otros procesados suelen apelar a lo emocional o incluso se ‘quiebran’ ante los jueces, el expresidente volvió a mostrarse confiado y relativamente tranquilo. Desde afuera, el ruido de su portátil iba en aumento.

El expresidente dijo que espera la sentencia del juzgado, luego de cinco años de iniciada la investigación de este caso, pero que, al margen de eso, ya mucha gente lo ha “sentenciado” y lo considera culpable. Añadió que a su familia le duele cada “mentira” y “tergiversación de la verdad” que se dice sobre él.

Martín Vizcarra durante su última palabra ante los jueces que dictarán su sentencia. Foto: AP

Siempre he pensado que (ustedes) iban a actuar de manera correcta. buscando la verdad. Por eso, siempre he estado confiado y cada vez que me han preguntado, siempre he dicho: ‘Sí, voy a dar cara a la justicia porque soy inocente’ (…) Por eso es que nunca se ha pasado por mi cabeza la posibilidad de una fuga”.

El expresidente cuestionó en particular el accionar de la fiscalía a lo largo del caso y por ser él la única persona procesada, dado que el resto de implicados se sometió a la colaboración eficaz.

Luego, sostuvo que las versiones que lo implican en las supuestas entregas de dinero no pudieron ser comprobadas y que los colaboradores mintieron. “No hay un sustento de parte del Ministerio Público en la argumentación que nos ha presentado y menos en el recibo del dinero”, aseguró.

En otro momento, señaló que el Ministerio Público pidió su prisión preventiva durante el proceso por un supuesto peligro de fuga, pero que él ha seguido yendo a las audiencias del juicio y sigue en el Perú “Y aquí estoy, en carne y hueso, no soy un holograma. Acá está Martín Vizcarra y estará la próxima semana par escuchar la sentencia.

Los jueces del Cuarto Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional, quienes dictarán la sentencia de Martín Vizcarra: Giovanni Félix, Fernanda Ayasta (presidenta del tribunal y directora de debates) y Andy Rodríguez. Foto: CSNJPE

“Lo que ustedes digan, lo acataré. Estoy confiado y seguro de mi inocencia, pero ustedes evaluarán todo lo actuado. Estaré aquí el día de la sentencia para acatar lo que ustedes decidan, señores magistrados», insistió. Todo esto mientras el ruido de la ‘portátil’ vizcarrista seguía inundando la sala de audiencias, con los jueces directamente de espaldas al origen del sonido.

Luego, Martín Vizcarra aseguró una vez más que este caso es consecuencia de que él denunció la existencia del ‘Club de la Construcción’ (constructoras que se repartían obras con sobreprecios) apenas asumió como ministro de Transportes y Comunicaciones en julio del 2016. Esta versión ha sido rechazada por el fiscal a cargo de este caso y del caso ‘Club’, Germán Juárez, quien indica que su origen fue una confesión de la empresa Odebrecht.

El acusado, insistió en cuestionar que los directivos de Obrainsa e ICCGSA no hayan tenido “un día de cárcel” al someterse a una colaboración eficaz, cuestionando a la fiscalía por ello. Sin embargo, los acuerdos de colaboración no fueron hechos solo por el Ministerio Público, sino que fueron aprobados de forma independiente por el Poder Judicial.

“Por eso yo les pregunto, magistrados, ¿quiénes son realmente los delincuentes?“, insistió Martín Vizcarra. ”Por eso es que estamos aquí y estaremos aquí presentes cuando usted lo determine, doctora [Fernanda Ayasta, presidenta del juzgado]. Confiamos que ustedes, con base en la verdad, van a impartir justicia. Y la justicia que ustedes impartan, yo la voy a respetar». culminó.

Con la última palabra de Martín Vizcarra, el juicio terminó y el tribunal citó a todas las partes a la lectura de sentencia del caso, que será el miércoles 26 de noviembre desde las 9:00 a.m. Los jueces no solo decidirán si declara inocente o culpable al expresidente: también determinarán si, en caso sea responsable de los hechos, va preso de inmediato o solo si la sentencia es confirmada luego en segunda instancia.

Martín Vizcarra se dirige a su ‘portatil’ luego de la última audiencia de su juicio, a solo metros de la sede del tribunal que lo juzga. Foto: AP

Martín Vizcarra salió rápidamente de la sede judicial, donde su ‘portátil’ lo esperaba. El expresidente intentó declarar cuando seguía dentro de la sede judicial, pero el personal de prensa y de seguridad de la CSNJPE le indicaron que no podía. Aun así, en el limbo entre el juzgado y la calle, repitió ante los micrófonos que confía en su inocencia y que estaré el día de la lectura de la sentencia.

De inmediato, el expresidente dio unos pasos para subir a la tolva de una camioneta, donde Mario Vizcarra lo esperaba con un micrófono, con el que habló a sus seguidores. Todo a solo metros de la sala de audiencias y de las oficinas de los jueces.

Si bien ya se habían visto casos de políticos que llevan sus ‘portátiles’ afuera de las sedes judiciales donde se ven sus casos, el caso de uno que hace una especie de pequeño mitin a su salida de una audiencia prácticamente no tiene precedentes.

Al margen de lo que alegan los simpatizantes y detractores políticos de Martín Vizcarra, por delante solo queda la verdad judicial de su caso: su sentencia de condena o de absolución. La fiscalía confía en que será hallado responsable, su defensa confía en que saldrá librado de la acusación.

Todo está en manos de los jueces del Cuarto Juzgado Colegiado de la CNSJPE y, en particular, de la magistrada Fernanda Ayasta, quien actuará como ‘ponente’ de la sentencia: propondrá el sentido de la sentencia a sus colegas, que podrán adherirse o no a ella.

Fernanda Ayasta, presidenta del Cuarto Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional. Foto: GEC / Julio Reaño

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Redactor Andino