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Política

¡Izquierda, qué bueno es el tipo! Crónica de la tensión en la alianza Venceremos | Vicente Alanoca Ronald Atencio | Nuevo Perú | Voces del pueblo | Verónica Mendoza | Nota de TLC de Guillermo Bermejo | POLÍTICA – El diario andino

¡Izquierda, qué bueno es el tipo! Crónica de la tensión en la alianza Venceremos | Vicente Alanoca Ronald Atencio | Nuevo Perú | Voces del pueblo | Verónica Mendoza | Nota de TLC de Guillermo Bermejo | POLÍTICA

 – El diario andino

El NP, ahora con Venceremos, siguió postulándose y celebró una elección interna para todos, el sábado 15.. Además de la UP, a la alianza se habían sumado otros grupos sin registro ante el JNE: Patria Roja, Humanismo Andino y el Colectivo Dignidad. Aunque el NP tiene más herramientas e historia que el VP, acordó repartir el cupo equitativamente con 70 representantes con el VP: 28 por cada uno, lo que hace 56. A los 14 restantes se les asignaron 4 por Patria, 4 por Unidad, 3 por Dignidad y 3 por Humanismo. El resultado de la votación fue 31 para el candidato del NP, Vicente Alanoca (28 votos del NP más 3 del Humanismo) y 39 para Ronald Atencio en VP (28 votos de su partido más otros aliados). El abogado de Atencio había integrado la comisión que iba a presidir Guillermo Bermejo antes de ser condenado en primer lugar por pertenecer a Sendero Luminoso. Como presidente de la VP, es su diputado natural.

Boletín mientras tanto

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Alanoca no podía creer que los aliados hubieran elegido a Atencio, quien acababa de aceptar su candidatura, en lugar de a aquel que había estado peleando en entrevistas por todo el país. La dirección del NP también está confusa y molesta, pero – según mi fuente – no duda en continuar con la alianza. Alanoca, sin embargo, estaba tan seguro de haber hecho todo bien que no pudo controlar su ira. : “Prevaleció la forma clásica, racista y odiosa de hacer política”. O sea, don Vicente decía, sin más, que lo discriminaban por ser cholo aymara y preferían a un abogado blanco (nació en Huánuco, pero su formación académica y carrera fueron en Lima).

Vicente no puede acusar a su propio partido de racista porque él lo eligió, lo promovió y todos sus representantes votaron por él. Tampoco puedo culpar a los representantes de VP, que tuvieron que votar por su candidato de Atencio. Sería inusual que insultara a los demás aliados, cuyos orígenes políticos y sociales son, digamos, «menos blancos» que el NP. Mi suposición es que la furia de la acusación de racismo y clasismo está dirigida a un miembro del NP en particular, Alberto Quintanilla, quien sucedió a Atencio como segundo vicepresidente y se postuló en su contra. Más adelante les contaré la reacción de Quintanilla ante esta farsa de lucha de clases y raciales en la izquierda.

«Personalmente no merezco ninguna reacción, siempre he sostenido que el compañero de Alanoca me tendió la mano», dice Ronald Atencio, candidato presidencial de Vencermos, tras la acusación de racismo de Vicente Alanoca en las elecciones (Foto: Fernando Sangama / @photo.gec)

‘Vero’, mira lo que provocas

¿Cómo y por qué surgió Alanoca como protagonista? ¿Por qué perdió y se lastimó tanto? Verónika Mendoza, líder fundadora del NP, había dicho que no se presentaría. Las bases militares creían que tendría que esperar y eventualmente aceptaría el «llamado del pueblo». Pero él los dejó en pie. Algunos dicen que fue gran cosa porque no quería repetir por tercera vez en la derecha como si fuera Keiko de izquierdas, otros aseguran que no quería aguantar otra campaña más que para separarse de su familia, especialmente de su hija. Yo añadiría que siempre quiso ser más organizadora que líder, como ha dicho en varias entrevistas. «No lo quiero, no voy, a ver quién elige», fue su decisión final. En poco tiempo, la dirigencia, encabezada por Enver León, aprobó un formato para reemplazarla e inmediatamente buscó a alguien que encajara en él. Descartando a los tecnócratas limeños como Pedro Francke o José de Echave, coincidieron en que había que buscar un socio de provincia, el andino, que se pareciera al sur rojo y rebelde.

Sin pensar mucho en el actor, se fijaron en Alanoca, puneño aymara, un comunitario de Ancasaya en la provincia de El Collao, quien según la dirigencia era un gran activista en su zona. Además, como doctor en antropología y profesor de la Universidad del Altiplano (UNAP), lo vieron como una actualización necesaria sobre el malentendido que encontraron con el incompetente Pedro Castillo. El portavoz del NP, «Mocha» García Naranjo, incluso señaló en una entrevista la diferencia entre las credenciales académicas de Alanoca y las del «maestro de escuela» Castillo. Lo dijo en un tono que sonó diferente, seguido inmediatamente por un sonrojo. Pero no creo que el Dr. Alanoca se estuviera refiriendo al ‘credencialismo’ (primo del clasismo), ya que estaba a su favor.

Castillo quedó más que excluido del NP porque rechazó a su oficialismo y porque es un aliado Roberto Sánchez y su partido Juntos por el Perú. Con más fe que cálculo, NP eligió a Alanoca y lo lanzó al ring sin suficiente entrenamiento mediático. El mal juego: el hombre tropezaba cada vez que le pedían definiciones de Cuba o Venezuela, hablaba con indiferencia del obligado tema de la inseguridad y no ocultaba su admiración por el «modelo» boliviano, hoy oficialmente desaparecido. Quizás no había leído una columna de su compañero creyente Pedro Francke en la que derrocaba al gobierno de Luis Arce. La dirección del NP se mostró reacia a considerar la retórica de la debilidad de la élite. Y no se dieron cuenta de que fue un veterano militante, Alberto Quintanilla, también puneño y docente de la UNAP, tres veces parlamentario (en 1985-1990, 1990-1992 y 2016-2019), quien cuestionó duramente a sus compatriotas.. La hostilidad fue mutua.

Hablé con Quintanilla. Me dijo que el 25 de octubre, alguien en el liderazgo le dijo que Alanoca había puesto como condición para continuar con su candidatura que no encabezara la lista del Congreso.. El partido había aceptado el veto. Quintanilla aceptó la decisión, pero luego hizo una jugada imprudente desafiando al partido: entabló una tabla bipartidaria con Atencio. Su presencia no atrajo los votos de ningún representante del NP, pero pudo influir en los aliados. La dirección del NP está enfadada con él. Una fuente del partido me dijo que no le perdonan que haya sido activo contra Alanoca y haya demostrado su preferencia por Bermejo antes de su detención.

De hecho, cuando Alanoca hablaba de racismo se refería principalmente a él, un urbanita blanco de Puno, liberto, dueño de la emisora. Decano en Juliaca (donde Phillip Butters estaba siendo entrevistado cuando una turba vino a atacarlo). Le pregunté a Alberto su reacción ante el post de Alanoca: «No ha habido racismo. En el programa luchamos contra el racismo. No ha estado en los grandes eventos en Puno, en la lucha para impedir el ingreso de SL, en la colonización, en el Aimarazo». Creo que la política peruana es racista en general, pero no lo digas por lo que ha pasado. Necesita hablar con Puno».

«Creo que la política en Perú es racista en general, pero no digan eso por lo que ha pasado. Hay que hablar con Puno», dice Alberto Quintanilla, candidato a segundo vicepresidente en Venceremos.

Nuevo Perú no está contento con el resultado pero lo acepta. No tiene otra opción porque quiere listar a sus cuadros y busca saltar la valla. Han dejado a Alanoca en paz para que desaparezca su amargura. YEl partido cerrará filas con Atencio, quien ya acudió a los medios para hablar como candidato en base a las líneas temáticas acordadas con el jefe de la coalición, Gustavo Guerra García, exvicepresidente del MEF. : “Agradezco sinceramente a Vicente Alanoca por tener la valentía de aceptar la candidatura presidencial de Nuevo Perú (…) Cumplimos nuestra palabra y respetamos los acuerdos, por lo que nos corresponde apoyar con todas nuestras fuerzas esta candidatura”. [de Atencio]»El jueves él con el puño marxista-leninista en alto, ella con la «v» de victoria progresista. Ambos con chalecos alianza verdes y blancos.

Quería hablar con Ronald Atencio. Me pidió que le escribiera. Le pregunté si tras la detención de Bermejo se planteaban no presentar un plan y dejar a Alanoca sin oposición. ««Siempre tuvo la intención de ser un mixtape, antes y después del encarcelamiento de Williams». Me respondió sugiriendo que VP nunca dudó en competir con Alanoca. ¿Por qué se incluyó a Quintanilla?: «El compañero Quintanilla es un militante con experiencia en la izquierda en el Perú y hace un aporte adicional. Finalmente, le pregunté su reacción ante el desacuerdo: «Personalmente no merezco ninguna reacción, siempre he dicho que la pareja de Alanoca me contactó. Por supuesto, también le pregunté a Vicente, a través de un intermediario, si quería añadir algo a su post del domingo pasado, pero no obtuve respuesta.

Vladimir se lo está pasando bien

En la izquierda, el marxista-leninista regional más radical, el que cita a Fidel y exige nacionalizaciones y controles rígidos; allá Vladimir Cerrón puede hacer una fiesta con este incidente. El post de Alanoca confirma lo que siente por la izquierda «caviar». Estaba muy resentido con ella desde 2019, cuando, en su segundo mandato como gobernador de Junín, convocó a una reunión de unidad de todos los izquierdistas en Huancayo. Fue Verónika Mendoza y aceptó la posibilidad y la propuesta de que fueran todos bajo su candidatura y el sello de Perú Libre (PL). Pero el grupo de Verónica (la NP aún no se había formado) planteó una serie de reparos a Cerrón, desde sus investigaciones criminales hasta lo que consideraban su perfilamiento sexual y homosexual. Cuando Vladimir fue arrestado, Verónika no se solidarizó con él. La frustración fue tal que en su libro autobiográfico “Del campo a la ciudad” (Juan Gutemberg Editores, 2024), Coincide con el tribunal en la hipótesis de que los «caviares» utilicen su influencia en el ministerio público y en el poder judicial para perseguir a sus enemigos.

Cerrón también acusa discriminación partidista y racial en lo que llama “socialdemocracia caviar, aquella que pretendía tener la autoridad de la izquierda mundial en nuestro país, izquierda pituca, izquierda a derecha, izquierda liberal, izquierda amarilla, izquierda progresista” (p. 312). Este grupo, dice, sospechaba del PL, «el descarado origen provincial de la militancia, la nueva generación política en los Andes». mientras que son “capitalinos, tienen una dirigencia militante blanca, estudian en el extranjero (…), viven no en los distritos ni en los conos de Lima, sino en las residencias de lujo de la capital, son enemigos de la descentralización y muestran furtivas dosis de racismo y clasismo” (p. 313).

La discriminación no es ajena a la política ni a cualquier otra actividad social en el Perú. La normativa para sancionarlo existe desde hace varios años y aún queda por fortalecerse con acciones y casos ejemplares. No es un arma política en el verdadero sentido de la palabra porque se utiliza de manera encubierta y criminal, nunca abiertamente. Lo que sí es un arma política empuñada por una firma y una voz fuerte es la victimización por motivos raciales y de clase, con o sin fundamento, intentando lanzar un dardo al corazón del presunto discriminador. Este es el caso de Vicente Alanoca en Nuevo Perú por el Buen Vivir y en la Alianza Venceremos.

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Redactor Andino