La relación entre Leo XIV y Trump: ¿Tenderán los puentes entre Washington y el Vaticano? Robert Prevost | Estados Unidos | Política de inmigración | Vaticano | Vicepresidente JD Vance | MUNDO

El hombre más influyente del planeta es el estadounidense. Y no es Donald Trump. Robert Prevost, quien ahora ostenta el título de Papa Leo XIV, se ha convertido en la máxima autoridad de la Iglesia Católica, que cuenta con más de 1.400 millones de fieles en todo el mundo. Un hecho notable es que la norma no escrita del Vaticano, que desaconsejaba la elección de un estadounidense como pontífice para evitar fortalecer el primer poder, ha sido desafiada con su nombramiento.
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Los medios italianos lo han caracterizado como «el menos estadounidense de los estadounidenses», lo que sugiere que su perfil internacional está marcado por su larga permanencia en el Perú y por no alinearse con el ala más conservadora de la Iglesia Americana, cuyo líder es el cardenal Raymond Burke, conocido opositor al Papa Francisco.
El nuevo pontífice, Leo XIV, se presenta como un líder con cercanía a la gente, tal como destacó Francisco, pero también como una figura que tiene una gestión sólida dentro de la compleja curia vaticana, con una visión altamente contextualizada a nivel global. «Su perfil ha influido enormemente en su elección. Aunque nació en los Estados Unidos, ha dedicado su vida al servicio misionero en Perú. Es una persona que posee un entendimiento cultural profundo y una perspectiva amplia, además de ser políglota», señala Veronique Lecaros, directora del Departamento de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP).
Fotografía de la cuenta en la red social x @drprevot del cardenal Robert Francis Prevost que muestra una imagen del vicepresidente de los Estados Unidos, JD Vance. La cuenta en la Red Social X de la cardenal del cardenal Robert Francis Prevost refleja su compromiso con los derechos de los migrantes y la lucha contra el cambio climático, y también incluye críticas, en forma de retweets, a las declaraciones del actual vicepresidente de los Estados Unidos, el Convertido JD Vance católico, así como las políticas de migración promovidas por Donald Trump durante sus dos mandatos. (Foto: Efe)
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El presidente Trump se apresuró a felicitarlo y expresó su deseo de conocerlo, creando expectativa sobre el momento en que estos dos individuos, los más influyentes en el ámbito político y religioso, interactúen. ¿Cómo será esta relación? ¿Cordial, distante, o incluso estratégica?
A medida que los días transcurren, el análisis sobre la historia y antecedentes de Cardinal Prevost crece entre la sociedad estadounidense, que se encuentra dividida entre quienes lo apoyan y quienes lo critican. Los seguidores más radicales de Trump, incluidos los miembros del movimiento MAGA, han señalado sus posturas como «despertadas», «marxistas» o «anti-Trump», en virtud de sus cuestionamientos al vicepresidente JD Vance y reacciones a eventos como los disturbios en Minneapolis tras la muerte de George Floyd. Estas son líneas rojas para la extrema derecha estadounidense, que ha ganado influencia en la comunidad católica conservadora en los últimos años y ha logrado posicionarse en Washington .
Uno de los críticos más vociferantes ha sido Steve Bannon, exestratega y principal asesor de Trump en su campaña inicial, quien descalificó a Prevost como «la peor opción para los católicos de MAGA», y etiquetó a la curia como «globalista».
«Qué ilusión y qué gran honor para nuestro país. Realmente quiero conocerlo. ¡Será un momento muy significativo!»
A pesar de la crítica, hay quienes han mostrado un enfoque más conciliador, como la periodista conservadora Megyn Kelly, que destacó que durante su tiempo en Chiclayo, el entonces obispo Prevost se opuso a la inclusión de la educación de género en las escuelas.
«Si bien hay sectores muy conservadores dentro de la jerarquía católica estadounidense que se alían con movimientos evangélicos, esto no refleja la postura de la mayoría de los católicos en Estados Unidos», comenta Lecaros.
«Como pastor universal, en un contexto global caracterizado por profundas desigualdades y sufrimientos, es imperativo que el nuevo pontífice defienda aquellos que han sido despojados de su dignidad humana y busque el diálogo para avanzar hacia una sociedad más justa», agrega este medio, citando al vicecanciller de investigación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM).
La elección de Leo XIV no solo subrayó la influencia de la comunidad católica en Estados Unidos, que ocupa la cuarta población católica más grande del mundo, detrás de Brasil, México y Filipinas, con aproximadamente 72 millones de fieles, sino también la importancia creciente del catolicismo en un país predominantemente protestante.
«La elección de un cardenal estadounidense refuerza la presencia de Estados Unidos en la Iglesia, pero también indica un cambio en la dinámica del catolicismo en el país, que podría haber tensiones con la política tradicionalmente protestante de la nación», sugiere Fausto Carbajal, analista internacional mexicano y asesor principal de Miranda Partners.
-Muñeca Político-
Sin embargo, el nuevo pontífice no ha sido designado como un apaciguador de las posturas extremas, sino como un constructor de puentes, lo que se evidenció en sus primeras palabras desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde hizo hincapié en la necesidad de «paz» y «diálogo», reconociendo que la Iglesia está fracturada y no es ajena a la polarización que caracteriza al mundo actual.
Su mensaje ha estado centrado en la paz y la unidad, haciendo alusiones a la justicia y dirigiendo a la comunidad hacia «la patria de Dios», evocando así la visión de San Agustín, un mundo donde la armonía, la verdad y la justicia prevalezcan frente al egoísmo y la exclusión», añade el padre citado anteriormente.
En un contexto pos-Francisco, un pontífice que era explícitamente político, Leo XIV deberá equilibrar su enfoque en la agenda de justicia social de la Iglesia mientras aborda temas urgentes como la inmigración y los conflictos armados en el mundo. «Su manejo en la política puede ser distinto, lo demostró en Perú al mantener diálogos constructivos con obispos de diversas corrientes, incluida Opus Dei, sin sacrificar sus principios», destaca Veronique Lecaros.
Cualquiera que haya tenido contacto con Prevost concuerda en un aspecto: posee un carácter moderado, cauteloso y sereno. Estas características contrastan con la personalidad altamente volátil e impredecible de Donald Trump, algo que puede ser esencial para negociar soluciones a problemas profundamente arraigados entre la administración estadounidense y el Vaticano. Además, hay una ventaja clara: tanto el pontífice como el presidente comparten un entendimiento cultural común, algo que Trump valora en sus interacciones.
DATOS
Votante republicano
• Los medios estadounidenses han revelado que Leo XIV votó, antes de ser designado como cardenal, en las primarias republicanas de Illinois durante los años 2012, 2014 y 2016.
• También participó en las elecciones presidenciales del pasado noviembre, votando por correo cuando Trump se enfrentó a Kamala Harris.