A lo largo de Alma Peruan, el nuevo Jorge Chávez se eleva con la experiencia de viaje

La nueva terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, comúnmente conocida como el nuevo Jorge Chávez, está diseñada para atraer a los pasajeros que buscan llegar con tiempo de sobra. Sin embargo, el complejo tráfico de Lima y la falta de alternativas para facilitar este aventura generan preocupación. A pesar de estos desafíos, el nuevo terminal es un avance significativo que promete transformar la experiencia de los viajeros, ofreciendo un nuevo concepto de servicio que rinde homenaje a la cultura peruana.
Este nuevo concepto va más allá de simplemente ser un lugar de tránsito. «No se trata solo de viajar, sino de conocer lo mejor del país, porque al cruzar la puerta principal, estamos recibiendo a los pasajeros con el alma de Perú,» afirma Líder Líder, la compañía que gestionará el aeropuerto.
Zona pública
El nuevo Jorge Chávez cuenta con una amplia área total de 270 mil metros cuadrados, que se divide en dos secciones principales: la zona pública y la zona restringida. La sección pública está diseñada para ser disfrutada tanto por los pasajeros como por sus acompañantes, ya que ofrece espacios agradables y modernos donde se puede pasar el tiempo sin necesidad de pasar por filtros de seguridad. Desde un amplio bulevar de senderismo en el segundo nivel hasta una zona de salida en el tercer piso, el área pública está pensada para todos los visitantes.
Dentro de este espacio, se ofrecen servicios que incluyen una nueva estación de policía, servicios de alquiler de automóviles y cabañas para dormir. Además, hay módulos de servicio gratuitos que ofrecen sillas de ruedas y carritos para bebés, así como cinco dispositivos telefónicos para realizar llamadas a nivel mundial. «Queremos que cualquiera que ingrese al aeropuerto, ya sea que viaje o no, pueda disfrutar de una experiencia placentera, útil y segura,» explica Carolina Rubio.
El nuevo terminal también alberga alrededor de 75 espacios comerciales que incluyen tiendas, bancos, bares y restaurantes, con la expectativa de aumentar esta oferta a cien en los próximos meses.
Con un sello nacional
Una de las características más destacadas de esta nueva terminal es su oferta gastronómica. En el área de comidas para vuelos nacionales, que se encuentra en el ala derecha del edificio, se destaca el espacio de Perusuyo, un concepto culinario que se inspira en la cocina callejera del Perú. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de platos tradicionales como Sangus, además de dulces clásicos como suspiros y mazamorra. Los restaurantes Ka-Mon, que ofrece fusión Nikkei y Chifa, y Jaguar, una atractiva cafetería de ambiente urbano, son solo algunos ejemplos de la oferta diversificada.
Los establecimientos de Gastón Acurio también tienen presencia significativa con cuatro locales: Papacho’s, Sakamoto, Broster Speaks, y Bellavista. Además, los espacios de Ibero, Iiliaria y Patapamp complementan esta propuesta que busca representar la rica diversidad culinaria y cultural del país.
El concepto de «peruano» no es meramente simbólico; LAP ha firmado un acuerdo con el Museo de Arte de Lima para exhibir obras que realzan la identidad nacional en el nuevo espacio. En diversas áreas de la terminal, se exhiben esculturas de cinco animales emblemáticos en peligro de extinción de la costa, las montañas y la selva: el cóndor, la rana, el otorongo, la serpiente y el andrand.
Más flujo de tránsito
En el área restringida, que está destinada exclusivamente a pasajeros, la experiencia se lleva a cabo con altos estándares de eficiencia y seguridad. La nueva infraestructura incluye 39 islas de peaje y 90 módulos de check-in, número que alcanzará los 120 hacia finales del año. Aquí, los pasajeros pueden registrar su equipaje, pagar por maletas adicionales o recibir asesoría sin necesidad de depender de terceros.
Una vez que lleguen a los filtros de seguridad, los viajeros encontrarán 18 líneas, equipadas con tecnología de tomografía 3D. Gracias a esta tecnología, ya no será necesario sacar dispositivos electrónicos de las maletas durante el chequeo. Estas máquinas son capaces de procesar entre 300 y 400 piezas por hora, lo que ayuda a reducir los tiempos de espera sin comprometer la seguridad. Después de pasar por estos puntos, los pasajeros tendrán acceso a 56 habitaciones disponibles y disfrutarán de la comodidad que ofrecen las salas VIP y otros espacios dentro del aeropuerto.
A diferencia del antiguo Jorge Chávez, esta nueva terminal ha sido diseñada como un espacio integral, donde el tiempo de espera puede transformarse en una experiencia placentera. El Hotel Costa del Sol, que abrirá sus puertas en junio, es un claro ejemplo de esta transformación. Ahora ya no es solo un lugar para llegar o salir, sino también un espacio para disfrutar del viaje desde el mismo aeropuerto.
«No es un terminal frío, destinado a un tránsito rápido. Es un espacio diseñado para quedarse, conocer y disfrutar,» concluye Carolina Rubio. Así, el nuevo Jorge Chávez se establece no solo como una moderna infraestructura, sino también como un punto de partida que revela la esencia misma del Perú.
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