«A nivel regional, nuestros productos tienen la menor huella de carbono» – El diario andino
Ante el desafío global de descarbonizar el cemento, cuya producción anual alcanza los 12 millones de toneladas en el Perú, las respuestas locales no tardaron. Entre ellos destaca Cemento Yura, que ha superado varios objetivos fijados para 2030. Juan Carlos Burga, director general de la compañía, detalla el enfoque que están adoptando para reducir la huella de carbono de la industria cementera.
¿Cuál es el ciclo del cemento, desde su extracción?
El cemento se produce a partir de clinker, un mineral sintético que utiliza principalmente piedra caliza en su composición. Se trata, a su vez, de carbonato cálcico, que al entrar en nuestros hornos se descarboniza, emite CO² y forma este mineral sintético que es el clinker. Nuestra estrategia es poder reducir la cantidad de clinker en la producción de cemento utilizando, en lugar de este componente, puzolanas naturales u otros materiales que tengan propiedades hidráulicas o cementosas que aseguren mejores propiedades y muy buen desempeño a nuestros productos.
¿Por qué la estrategia de Cemento Yura es diferente a la de otras empresas?
No sólo trabajamos en la cuestión del factor clínker. Actualmente, el objetivo de la industria peruana es lograr que nuestros productos tengan un contenido mayor o menor a 520 kilogramos de CO² por tonelada. Actualmente, Yura tiene 482 kilogramos de CO² por tonelada, estamos muy por debajo del objetivo de 2030. Avanzamos la meta de la industria nacional en más de cinco o seis años. Estamos liderando este tema y uno de nuestros principales segmentos ya tiene alrededor de 457 kilogramos de sílice por tonelada. Seguimos reduciendo el carbono de nuestro cemento a través de la investigación y el desarrollo, incorporando nuevos materiales y haciendo que nuestros cementos sean amigables con el medio ambiente.
Recientemente han inaugurado la primera central fotovoltaica que abastece directamente a la planta de cemento.
La estrategia de Yura es seguir el camino del uso de energías renovables. La planta fotovoltaica de Arequipa tiene una potencia instalada de unos 28 MWp, con más de 50 mil paneles solares repartidos en 45 hectáreas y con una inversión aproximada de 23,5 millones de dólares. Esto nos permite dar un paso más en la industria del cemento. Además, ya contamos con bonos aéreos que confirman que hemos utilizado una fuente directa de energía verde. Esta instalación está al lado de nuestras instalaciones y el Sistema Internacional de Certificación de Energías Renovables (IREC) certifica que la energía verde que recolectamos se utiliza directamente en el proceso. Yura debe ser un ejemplo para que otras empresas puedan seguir nuestro camino. Evidentemente el sur del Perú, en este caso Arequipa o Moquegua, tiene el privilegio de tener una alta irradiancia, lo que nos permite generar esta energía verde a través de la energía solar.
Lograr esto requiere una inversión en tecnología, como lo están haciendo ustedes.
Tecnología seguida de investigación y desarrollo. Tenemos grandes planes, queremos llegar más lejos. Estamos muy centrados en el desarrollo sostenible de la industria en nuestra región y esto convierte a Yura en un líder. No sólo somos líderes en Perú, a nivel regional nuestros productos son los que tienen menor huella de carbono. Contamos con 482 certificados y uno de nuestros principales productos con 457 kg CO² por tonelada, lo que nos convierte en un referente regional y quizás entre los primeros a nivel mundial.
Hablando un poco de la historia de Cemento Yura, ¿cuál es su origen?
Yura se fundó hace 59 años porque hubo una serie de movimientos telúricos, terremotos que devastaron la parte sur y de ahí nació la idea de que pudiera tener una fábrica de cemento que pudiera garantizar y levantar el sur del Perú. Esto es lo que hemos logrado en casi 60 años, generando confianza con nuestros clientes.
¿A qué atribuye este crecimiento sostenido?
Es por la visión que tuvimos. Y el señor Jorge Rodríguez, el señor Vito Rodríguez y actualmente Claudio Rodríguez, nuestro presidente, tenían una visión muy clara de seguir apoyando el desarrollo del Perú. Yura se siente orgullosa porque no sólo aportó a la comunidad regional, sino que construyó prácticamente todo el sur del Perú.
¿Cuál es el compromiso de la compañía con la descarbonización del cemento?
Nuestro sueño no es sólo reducir la huella de carbono, sino también conseguir un cemento libre de clinker. En la última presentación que tuve en FICEM (Federación Interamericana del Cemento) que se realizó en Lima, expliqué lo importante que es producir cemento sin clinker, lo que seguramente sucederá porque la tendencia mundial es producir cemento 100% natural, obviamente con ayuda de la tecnología. Somos líderes en desarrollo sustentable en la industria cementera del Perú. Estamos liderando todos los compromisos que hemos asumido como Perú. En cuanto al contenido de CO² de nuestro cemento, ya hemos superado el objetivo para 2030, ahora queremos alcanzar los 400 kg de CO² por tonelada de cemento en 2050 e intentar producir cemento sin clinker. El objetivo para el factor clinker está entre el 60% y el 70%, estamos muy cerca del 50%. En cuanto al uso de combustibles alternativos, estamos alrededor del 12%, también hemos alcanzado la meta para 2030.
¿Qué dificultades encontraste en el camino?
Superar la ignorancia. Al principio uno tiene miedo de dar pasos, pero a medida que avanzamos vamos ganando confianza gracias a la claridad que nos aporta la investigación y el desarrollo bien hecho. Marcó la diferencia y nuestro objetivo es continuar.


