Cero votos | Elección | No se repite, pero rima, de José Carlos Requena | OPINIÓN – El diario andino
La principal innovación de la reciente entrega de intención de Ipsos a votar Para las elecciones de abril, se observa una disminución considerable en el número de “blancos/defectuosos/nada” (“Perú 21”, 13.11.2025), que pasa del 37% en la muestra tomada entre el 23 y 24 de octubre al 30% para el trabajo de campo realizado los días 6 y 7 de noviembre. Considerando que en la primera encuesta de octubre, la cifra podría ser ligeramente superior (39%).
Cuando la revisión se hace por regiones, surge una particularidad que vale la pena resaltar: la disminución es mayor fuera de Lima. En la capital, la disminución es apenas mayor que el margen de error (+/-2,8) y pasa del 23% en la segunda encuesta de octubre al 20% en la última.
En cambio, pasa del 42% al 35% en la zona urbana y en la rural del 50% al 38%. Sin embargo, como información contextual importante, cabe señalar que Perú Actualmente es casi un 80% urbano, una realidad completamente diferente a la de hace unos años.
A medida que el zoom se acerca, se puede observar que el cero disminuye en todos los grupos de áreas, excepto en el centro. Así, el Norte, Sur y Este tienen una disminución que supera el margen de error: 7, 9 y 8 puntos porcentuales. Por el contrario, en el medio la tendencia va en la dirección contraria: del 39% al 45% (más seis puntos porcentuales).
También por nivel socioeconómico (NSE) se identifican variaciones que vale la pena señalar. Llama la atención el aumento en los sectores altos y medios, pero en los bajos hay una disminución.
Así, la cifra pasa del 8% al 11% en el NSE A efectivo (aunque pequeño) y se duplica en el B, pasando del 10% al 20%. En cambio, en los NES C, D y E se observan descensos significativos: del 29% al 23%, del 44% al 35% y del 55% al 41%, respectivamente.
Aunque seguramente disminuirá a medida que se acerque el día de las elecciones, entonces votar cero todavía representa un número alto hoy en día. Su desarrollo plantea especificidades que no deben perderse de vista, especialmente considerando las claras brechas regionales y sociales evidentes en 2021.
La situación actual no tiene como trasfondo la profunda crisis social y económica que dejó la pandemia. Pero los problemas habituales están lejos de resolverse. La opción de cancelar votar Podría estar vinculado a esa decepción, pues tiene variaciones macroeconómicas y geográficas que seguramente, como en ocasiones anteriores, dejarán huella en la campaña. Después de todo, como dijo Mark Twain, «la historia no se repite, rima».


