Conmebol Monumental Lima sede final Copa Libertadores 2025 – El diario andino
Durante las últimas semanas, el Estadio Monumental de Ate, como sede de la final única de la Copa Libertadores 2025, fue cuestionado. Resulta que la ola de extorsiones, sicariato y criminalidad no pasó desapercibida en el exterior, principalmente en Paraguay, donde se encuentran las instalaciones de la Conmebol.
Alejandro Domínguez, el cuestionado presidente del ente rector del fútbol sudamericano, siguió apoyando a Lima como sede. Sin embargo, ante la criminalidad, la crisis política, las manifestaciones y el estado de emergencia recientemente establecido en la capital, había evitado apoyar su decisión inicial.
Por otro lado, tanto en Argentina como en Brasil, países que tienen a Racing Club, Flamengo y Palmeiras en las semifinales del certamen, el caos vivido en Lima llamó la atención de más de un interesado. No fue casualidad que importantes cadenas deportivas -de Buenos Aires y de Río- con abundantes recursos y alcance internacional, comenzaran a hablar de un posible cambio de sede. Al fin y al cabo, ambos cuentan con estadios de gran capacidad, como el Monumental de Buenos Aires o el Maracaná de Río de Janeiro, por citar sólo un par de ejemplos.
Sin embargo, hoy las dudas se disiparon: la Conmebol anunció el inicio de la preinscripción para la venta de boletos para la gran final y, para alegría de los peruanos (y tristeza de nuestros vecinos), se contempla como sede la casa de Universitario de Deportes.
Más allá de la alegría
Independientemente de las buenas noticias, ¿qué se esconde detrás del anuncio de la Conmebol? Bueno, para empezar, un nuevo respaldo a la polémica y reiteradamente denunciada gestión de Agustín Lozano al frente de la Federación Peruana de Fútbol.
Y el mensaje ha sido ratificado. Quedó claro que el único motivo por el que se podía derribar el Monumental era la emergencia. Entiéndalo, en la piel de un directivo de la Conmebol, como un caos en la calle, con crímenes violentos de un lado y protestas descontroladas del otro, acompañado también de incertidumbre política, que, en Perú, es común desde hace tiempo.
Poco o nada importó la nefasta y vergonzosa noticia del fútbol peruano, como ocurrió desde el principio. Situaciones como las de clubes que descienden en pleno campeonato, controversias legales en torno al pago de derechos televisivos y bases en pésimas condiciones que no pueden ser ejercidas por equipos provinciales en favor de los más fuertes, nunca fueron relevantes, por mencionar sólo algunos de los males que aquejan al fútbol nacional.
Asimismo, también es posible que en Paraguay estén subestimando la realidad del país o, al menos, manteniendo una fe al menos optimista en el actual gobierno de transición. Por el momento se anuncian muchos cambios, pero habrá que ver si para el próximo 29 de noviembre, fecha elegida para la gran final de la Copa Libertadores 2025, Lima logra volver a ser una ciudad más ‘habitable’, al menos lo suficiente para disfrutar del mejor fútbol del continente.
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