Creíamos que el J-20 era la gran joya furtiva de Beijing. Las nuevas imágenes del J-50 muestran que había algo más en el desarrollo – El diario andino



“Nos esforzaremos por lograr la modernización fundamental de la defensa nacional y las fuerzas armadas para 2035, y hacer que el ejército popular sea un Fuerza de clase mundial en todos los aspectos a mediados de este siglo. «Con estas palabras, Xi Jinping Drew en 2017 Un horizonte militar que entonces sonaba ambicioso.
Podría haber estado en retórica, en un gesto diseñado para deslumbrar. Pero en esta China, los planes rara vez son incendios de artificio: se convierten en proyectos estatales, con objetivos a corto y mediano plazo admitidos en estrategias que esperan décadas. Y la verdad es que una buena parte de esos objetivos ya ha comenzado a materializarse.
China no se caracteriza por la prisa, aunque avanza con una velocidad que sorprende. En 2003 puso su primer taikonauta en órbita cuando Estados Unidos y Rusia (con la herencia soviética en el medio) acumuladas medio siglo de experiencia en la carrera espacial. Dos décadas después, Beijing ha elevado su propia infraestructura orbital y un programa que no da señales de freno.
Lo mismo sucede en el continente. A principios de la década de 2000 no había trenes de alta velocidad en el país. Hoy administra la red más extensa del planeta, un ejemplo de transformación acelerada. Y en defensa, que es el foco de este análisis, el salto es igualmente contundente: los astilleros capaces de lanzar barcos a gran escala, portadores de aeronaves con catapultas electromagnéticas y combatientes de combate de última generación.
J-50, de rumor a las imágenes
Mientras TWZ se acumulaLas imágenes más claras han aparecido tan lejos de un cazador furtivo pesado atribuido a Shenyang Aircraft Corporation. En la conversación pública se identifica como J-xds y, extraoficialmente, como J-50. El material no se verifica, pero se ajusta con disparos anteriores menos claros y no muestra indicaciones obvias de manipulación. Vemos un diseño sin una cola que los analistas enmarcan en la próxima generación de combate.
El avión prescinde de las superficies de la cola, presenta palas de inclinación que aparecen desviando hacia abajo y monta boquillas 2D con empuje vectorial y fronteras plegadas. La nariz es larga, de geometría de diamantes. Los disparos de aire son trapezoidales y adoptan un esquema DSI. Debajo de la nariz aparece un carenado para el sistema electroóptico y la cabina es un automóvil.
Hoy no sabemos si el fotografiado es un demostrador tecnológico o una configuración más cercana a la producción. Tampoco hay datos confirmados sobre Paquete de sensor definitivopropulsión o calendario. Como contexto, en paralelo ha habido avances de la Biplaza J-20 y el J-35 naval. El enfoque, en cualquier caso, está en este diseño sin una cola que sugiera un desarrollo paralelo al de J-20.
Las fotografías proporcionan forma, pero dejan problemas clave sin respuesta. Se desconoce qué hélice equipa el avión, cuál será la configuración de su sensor, qué comunicaciones o sistemas de guerra electrónica y qué arsenal está planeado para él.
En cualquier caso, EJ-50 se convierte en la muestra más clara que Beijing está dispuesta a experimentar con conceptos radicales en la aviación militar. Un diseño sin cola, con heridas móviles y boquillas vectoriales, implica entrar en una tierra que pocos se han atrevido a explorar. Lo desconocido es cuánto de lo que vemos corresponde a un prototipo aislado y cuánto es parte de un programa de larga distancia. Lo que parece fuera de duda es que China quiere posicionarse a la vanguardia de la próxima generación de cazadores furtivos.
Imágenes | Rupprechtdeino
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