El 4 de Guayaquil: los soldados de Ecuador informan tortura a cuatro menores antes de su desaparición y asesinato | Ismael y Josué Arroyo | Saúl Arboleda | Steven Medina | Vecindario de Las Malvinas | Fae | Último | MUNDO

Tres de los diecisiete militares investigados en Ecuador han sido implicados en un caso que ha sacudido al país, relacionado con la desaparición forzada de cuatro menores afrodescendientes. Los cuerpos de estos jóvenes fueron encontrados días después de su desaparición, lo que ha generado una gran indignación social y llamados a la justicia. Los testimonios apuntan a que las víctimas, detenidas sin la debida formalidad el 8 de diciembre de 2024 en el sur de Guayaquil, sufrieron torturas a manos de sus captores esa misma noche.
La situación fue comunicada el lunes a la agencia Efe por Fernando Bastias, abogado del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), quien está llevando el caso en representación de las víctimas y sus familias. Bastias participó en la reconstrucción de los hechos con los tres militares implicados, quienes ahora han solicitado una cooperación efectiva conocida como Delación Otalts.
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Este desarrollo ha llevado a la policía, a la fiscalía y a abogados de ambas partes a visitar varias áreas de Taura, una localidad situada a cerca de 30 kilómetros de Guayaquil. Esto se debe a que, hasta ahora, los militares aseguraban que habían dejado a los menores en libertad y vivos. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
La noche del 8 de diciembre, los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años respectivamente, junto con sus amigos Saúl Arboleda, de 15 y Steven Medina, de 11 años, que eran residentes del Barrio de Las Malvinas en Guayaquil, fueron arrestados irregularmente por dos patrullas justo fuera de un centro comercial. Posteriormente, fueron trasladados a Taura, cerca de una base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).
Desde el principio, los militares detenidos han afirmado que dejaron a los menores vivos en una zona rural. Sin embargo, una autopsia realizada a los restos de los menores reveló que habían recibido disparos en la cabeza, lo que contradice la versión oficial.
Cambio de versión
Recientemente, tres soldados han cambiado su declaración, afirmando que los menores fueron golpeados y humillados repetidamente antes de desaparecer. Según su relato, durante el traslado a Taura, los jóvenes fueron sacados del camión, arrodillados, y comenzaron a ser golpeados. “Los arrojaron afuera del camión, los arrodillaron, pusieron sus manos sobre la cabeza y comenzaron a golpearlos,”
Además, relataron que, al llegar al lugar donde los abandonaron, los militares desnudaron a uno de los menores y lo golpearon, mientras que otro de los jóvenes se resistía y fue pateado estando en el suelo. Uno de los soldados disparó al suelo, creando un ambiente de terror y descontrol.
Bastias comentó que con estos nuevos detalles se suman los elementos de tortura física y sexual en el caso, considerando la desnudez forzada de un menor. Esto es un aspecto alarmante, pues señala que los soldados podrían haber sometido a los menores a torturas en un intento por obtener información relacionada con un supuesto crimen.
“Cuando hay una lesión grave, un agente estatal involucrado y hay un propósito detrás, hablamos de tortura,” añadió el abogado, subrayando la gravedad de los hechos.
El ejército quiere deshacerse de la acusación
Bastias señaló que los militares que han decidido hablar ahora buscan desvincularse de la acusación de desaparición forzada y, en cambio, pretenden ser procesados por fraude procesal debido a la omisión de información crucial durante el desarrollo del caso. Sin embargo, el abogado asegura que esto no será permitido, ya que “Sería una injusticia para las víctimas.”
“No aceptaremos que se cambie la naturaleza del delito; los responsables de la tortura deberán enfrentar también otros cargos relacionados,” enfatizó Bastias, insistiendo en que ningún tipo de impunidad debe prevalecer.
Además, manifestó que los militares solo fueron “a decir lo que ya habían preparado,” y al término de su declaración, ejercieron su derecho al silencio, un hecho que impidió que los abogados de las familias realizaran preguntas que pudieran esclarecer el tema.
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Teniente coronel imputado
Recientemente, se ha vinculado a un teniente coronel del FAE a la investigación, debido a que dirigió una operación sin informar a la fiscalía ni a la policía, en donde la ropa de los menores fue entregada sin cumplir los protocolos de custodia legal.
Según Bastias, el argumento del ejército es que mencionaron a su superior sobre la operación ejecutada, pero esto, a su juicio, no los exime de su responsabilidad ante los hechos ocurridos.
La instrucción fiscal del caso concluye este miércoles, y los abogados esperan que se convoque a juicio y que esta nueva información se incorpore al proceso paralelo que se sigue por el asesinato de los menores.