El futuro Perú no debe decidir entre los presupuestos políticos
En el complicado contexto actual, marcado por la inseguridad y la desconfianza, Comex Perú ha enfatizado que el país no puede darse el lujo de continuar atrapado en improvisación o corta política. Esta afirmación resuena con la urgencia de un cambio y una dirección clara en la toma de decisiones económicas que favorezcan a todos los ciudadanos.
La declaración de Comex continúa indicando: «Nuestros países demandan decisiones sólidas y permanentes que promuevan la competitividad y el desarrollo económico con una visión hacia el futuro». Es crucial que los líderes comprendan que el camino a seguir no puede estar plagado de vacilaciones y falta de claridad.
Comex ha emitido un llamado urgente para proteger y acelerar todas estas iniciativas que son cruciales para lograr un progreso real en la economía nacional. Asimismo, es fundamental apoyar a las autoridades económicas que están trabajando para promover estos cambios positivos. Sin un esfuerzo concertado, estos ideales corren el riesgo de quedar simplemente en palabras vacías.
Uno de los progresos más importantes que se ha mencionado es el gran shock de desregulación que ha sido anunciado recientemente por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Esta medida tiene como objetivo aliviar las cargas que enfrentan los ciudadanos, empresarios y empresas; sin embargo, como se indicó, ello no puede traducirse en resultados concretos si no se llevamos a cabo todos los pasos necesarios. “No puede estar a la mitad o, como se dice, estar entre dos aguas”, es importante asegurarse de que las decisiones sean firmes y bien fundamentadas.
Aparte de ello, también se observa que «la estabilidad de las autoridades económicas dedicadas al progreso es crucial para un reembolso y garantizar un curso claro en el futuro». Sin embargo, este tipo de estabilidad no puede darse mientras los procesos sigan enredados en debates interminables y luchas políticas. Es esencial que todos los involucrados lean con atención la situación actual y ofrezcan soluciones viables y efectivas.
Esta declaración es absolutamente necesaria para aclarar que no se deben mezclar en procesos que ya están en progreso; tales procedimientos deben seguir su curso natural. Creemos que el Congreso sabrá cómo actuar de manera responsable y centrada en lo que realmente importa para el bienestar del país: «El futuro de Perú no debe decidirse entre los presupuestos políticos, sino que debe ser guiado por una visión clara, estabilidad y verdadero compromiso con el progreso».
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