El gobierno vació un depósito en Cáceres para erradicar un pez invasor. El remedio era peor que la enfermedad – El diario andino

Hace solo ocho meses, Alcollarín se vistió con la gala. Este pequeño pueblo de Cáceres, con poco más de 300 vecinos, se presentó en la Feria Internacional de Turismo de Madrid como un rincón privilegiado para observar pájaros, tirar el bastón o caminar junto a su depósito, espejo azul en el medio del pasto.
Hoy, la postal ha cambiado por completo. Donde brillaba el agua antes, ahora se extiende un lodazal de peces muertos. El aire, cargado con un olor agrio, llega a las calles de la ciudad. Los vecinos hablan de «desastre ecológico» y se ven incrédulos hacia la presa, mientras que de la Confederación Hidrográfica de Guadiana defienden que la operación era «de importancia vital» para proteger el futuro de la cuenca.
La operación que cambió todo. El Ministerio de Transición Ecológica, a través del CHG, Comenzó un plan Para erradicar las especies invasoras Pseudorasbora Parva —Ni conocido como pez chino o Gobio de Boca Túpe, presente en el embalse y en el río Alcollarín desde 2010. Incluido en el catálogo español de especies exóticas invasoras y en la regulación europea de especies preocupantes para la UE, su control es una obligación legal de prevenir su propagación.
El plan incluía meses de bancos con barcos especializados y, como fase final, un vaciado «controlado» de la presa para facilitar la captura de muestras. Según lo informado por el CHGEl depósito era del 100 % de su capacidad (50 hectómetros cúbicos, equivalente a 50,000 millones de litros, antes de comenzar la operación. El problema, como Han denunciado vecinos y asociaciones al periódico Extremaduraes que el vaciado causó la liberación aguas abajo de miles de copias, expandiendo las especies hacia los ríos Ruecas y Guadiana.
El enemigo en las aguas de Alcollarín. El Pseudorasbora Parva Llegó a Europa alrededor de 1960 y se ha expandido a más de 30 países, principalmente mediante presentaciones vinculadas a la acuicultura. En España, se detectó por primera vez en la cuenca de Ebro en 2002 y, desde entonces, ha colonizado secciones de Cataluña, Andalucía, Madrid y Extremadura.
En el caso de Alcollarín, la especie fue detectada en 2010 y, Según el MitecoSu densidad en el embalse había alcanzado niveles que hicieron su erradicación completa técnicamente. Aun así, el CHG Defendió que era urgente Reduzca su población para evitar la dispersión hacia nuevos canales, especialmente antes de que la conexión planeara con el Canal de Orellana, y asegúrese de que el depósito pueda usarse para el riego y las actividades recreativas «de acuerdo con la legislación actual».
Del control de catástrofe. El contrato, otorgado en junio de 2024 a la empresa de ingeniería y diseños técnicos SAU para 787,861.99 euros (sin impuestos), incluyó varias fases de análisis de la fauna de Pisco, la instalación de barreras de contención de metales para evitar fugas, extracción de especies nativas y eliminación de invasores y la vaciado controlado de la reserva.
Sin embargo, Según vecinos y grupos, como el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (Fondenex)El procedimiento no salió según lo planeado. Los aguas abajo capturadas se desbordaron en las fases críticas y «cientos de miles» de especímenes invasoras escaparon hacia la rueda y la Guadiana.
La caída drástica del nivel del agua, agregada a las altas temperaturas, también causó la muerte de numerosas especies nativas, incluida la barbo, catalogada como vulnerable. Las costas estaban llenas de peces de descomposición, las aves acuáticas abandonaron el área y la economía local perdió, de repente, un recurso clave para el turismo de la naturaleza.
Cruzando acusaciones. El CHG argumenta que la operación fue planificada y ejecutada bajo la supervisión de un «equipo multidisciplinario de biólogos, ambientistas e ingenieros altamente calificados», Como el periódico ha detalladoy reconocer solo una «mortalidad puntual de Barbos». Afirma que la mayoría de los especímenes nativos fueron rescatados durante los seres anteriores.
Por otro lado, Fondenex ha descrito en el mismo medio la acción de las «tonterías ecológicas» y acusa al CHG de «negligencia manifiesta» para vaciar el depósito a mediados del verano, sin proporcionar usos urgentes del agua, como la extinción de incendios, y sin evaluar el impacto en las aves protegidas en Zepa Llanos de Zorita. El grupo ha solicitado informes ambientales y no descarta un archivo de una queja ante los tribunales. Además, los vecinos han denunciado que «los únicos aspectos positivos que se ha cobrado un depósito» y cuestionan el uso de métodos «masivos y no selectivos» prohibidos por la ley de conservación de la naturaleza.
Pronósticos Una vez la presencia de Pseudorasbora ParvaEl CHG planea reintroducir especies nativas con la colaboración de la Junta de Extremogues y mantener barreras y controles en futuras regañones.
Sin embargo, los grupos ambientalistas advierten que la recuperación ecológica y turística del embalse llevará años, y que el pez invasor ya está presente en secciones de las ruedas y la Guadiana donde no había llegado antes.
Una pregunta abierta. En Alcollarín, las versiones oficiales y las percepciones ciudadanas divergen radicalmente: para la administración, es una operación técnica necesaria; Para muchos vecinos, de una «catástrofe ambiental» que ha multiplicado el problema.
Más allá del caso específico, el episodio plantea un dilema que trasciende Extremadura: ¿Qué costo ambiental y social estamos dispuestos a asumir para detener una invasión biológica cuando la erradicación total es prácticamente imposible?
Imagen | Chguadiana y B. Schoenmakers
| Las restricciones de agua regresan en el noroeste. Es la conclusión lógica de una tendencia que proviene de lejos