En esta isla de Japón hay un semáforo que sólo se pone verde una vez al año, y no precisamente para controlar el tráfico – El diario andino

En la pequeña isla japonesa de Himakajima hay un semáforo que permanece parpadeando en color ámbar o rojo durante todo el año. Sólo durante un día de mayo cambia su comportamiento habitual y activa su luz verde (o azul, como insisten en Japón). Esto no es una falta. Fue diseñado de esta manera por una razón que va más allá del control del tráfico.

Un semáforo educativo. El semáforo se instaló en 1994 en la intersección del puerto este de Himakajima, pero no para regular el tráfico. La isla apenas tiene 2.000 habitantes y por sus carreteras circulan pocos vehículos. el semáforo existe únicamente para enseñar a los niños del lugar cómo funcionan las señales urbanas antes de salir de la isla hacia ciudades más grandes.

Un problema menos. De acuerdo a explica Según la Asociación de Seguridad Vial de Himaka, que impulsó su instalación, los menores crecieron sin experiencia real con los semáforos. Antes usaban pequeños modelos en las clases de seguridad vial, pero los propios niños preguntaban «¿cómo es un semáforo real?» cuenta Kazuo Sugiura, expresidente de la asociación, al medio local Asahi.

Un día al año para aprender. Cada mes de mayo, el semáforo se activa durante un día completo. Alumnos de tercer y quinto grado de la escuela local acuden al cruce acompañados de docentes, padres de familia y autoridades. Allí practican cómo cruzar correctamente: esperan a que cambie el color, miran a ambos lados y cruzan el paso de cebra con el brazo en alto, como harían en cualquier ciudad de Japón.

Más difícil de lo esperado. Los niños también descubren que calcular el tiempo que tienen para cruzar el paso no es tan sencillo como parece. «Fue complicado porque se puso rojo cuando intentaba cruzar». explicado una estudiante de tercer grado después de practicar con su bicicleta. El ejercicio les ayuda a comprender los tiempos reales del cambio de luz y a desarrollar reflejos de seguridad que no pueden adquirir en su vida diaria en la isla.

Una curiosidad turística inesperada. Esta pequeña anécdota ha ganado notoriedad más allá de Japón. Cada año circulan vídeos y fotografías. en redes sociales mostrando el peculiar ritual educativo. Algunos usuarios incluso consultan la web del gobierno local para conocer la fecha exacta del «día verde» y presenciar el evento, aunque varía ligeramente cada temporada.

Ya forma parte de la identidad de la isla. Una vez finalizada la formación anual, el semáforo vuelve a su rutina de luces intermitentes. No cumple ninguna función práctica en el control del tráfico, pero ha acabado convirtiéndose en un pequeño símbolo de cómo la comunidad de esta isla prepara a sus niños para el mundo urbano. El resto del año, Himakajima sigue siendo un lugar tranquilo conocido por sus playas y platos de pulpo, con un semáforo que cuenta los días hasta que pueda volver a ponerse verde.

Imagen de portada | mapas de google

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