Hay esperanza para el seminario Diana | Presunción – El diario andino

Martín Vizcarra está en prisión y continuará siendo los próximos cinco meses debido a la decisión de John Luis Chávez Tamariz, quien cambió el destino de un ex presidente que fue rescatado para la prevención en junio, cuando el juez Vígtor Alcocer decidió seguir su carrera en libertad.
El arresto preventivo es parte del Hospital Lomas de Iilo en Moquegua, donde las acusaciones fiscales indican que Vizcarra era el gobernador de Moquegua (2011-2014) de que tenía S/2.3 millones en MRIB para dirigir las ofertas en interés de los grupos. Los propios ejecutivos informaron sobre la entrega del Koima a la autoridad regional.
Esta vez, a diferencia de Alcocer en junio, el juez Chávez Tamariz pensó que era grave y fundamental en la condena del soborno; Es decir, el soborno es largo para Vizcarra. Esta declaración deja la posibilidad de condena para el ex gobernador, por lo que tendría que enfrentar 15 años de prisión por el caso.
Basado en la proximidad de la corte, el juez consideró la presencia del acusado. En otras palabras, Vizcarra recibirá el fallo en la prisión de Barbadillo.
Otro de los argumentos decisivos del juez fue la falta de torneos laborales y familiares. Chávez Tamariz fabricó contratos y recibos por tarifas presentadas por Vizcarra, así como la compañía para la que trabaja es de su familia. Además, demostró que la familia de Vizcarra reside en Moquegua, a pesar de que su abogado afirma que la existencia de un hijo menor que vive con un ex presidente, que no era cierto.
Es sorprendente que él, como fue este caso del período como gobernador, ha sido eliminado como el primer vicepresidente de la fórmula dirigido por Pedro Pablo Kukunski en 2016.
Aunque Vizcarra todavía tiene un proceso de espera, es una señal de justicia verlo encarcelado. Todavía debe responder a la corrupción intocable, problemas que indican soborno durante el término presidencial. Y un capítulo especial merece el tratamiento de una pandemia, que en manos de Vizcarra, tuvo los peores resultados del mundo, con el deterioro de que todo indica que había llevado con la desgracia de miles de Perú.
La sospecha de Vizcarra ha sido interrumpida, pero no sus malas artes. Ciertamente, encontrará una manera de usar una narrativa mentirosa para aprovechar sus circunstancias y no carecerá de políticos y medios de comunicación, los mismos que encerran y defienden corruptos el 9 de noviembre de 2020, se desvió de las serias sugerencias para las que ahora tiene detención preventiva. Se espera que Perú aún pueda ser justicia.