Hay personas que intentan acabar con la migraña con cirugía. Los neurólogos se llevan las manos a la cabeza – El diario andino

La migraña es un trastorno neurológico relativamente común entre nuestra población que puede tener consecuencias nefastas para quien la padece, ya que puede resultar incapacitante durante varios días seguidos. Esto significa que la búsqueda de tratamientos por parte de los pacientes se ha vuelto desesperada para evitar tener que estar encerrados en una habitación oscura durante varios días sin poder ir a trabajar, ya que no hay cura. El problema es que los tratamientos que se proponen en ocasiones no son los mejores.
Entre estas medidas tenemos, por ejemplo, la famosa perforación en el oído que promete controlar los dolores de cabeza o incluso Terapia de bótox. Pero la realidad es que ahora emerge una operación que sigue generando dudas.
¿En qué consiste? Al sufrir un dolor incapacitante, lo principal para muchos pacientes es erradicarlo, y la realidad es que les da igual cómo hacerlo. Es por eso que la cirugía de descompresión de puntos gatillo, conocida popularmente como «cirugía de migraña», está comenzando a popularizarse en Estados Unidos.
Y mientras en Estados Unidos cada vez gana más terreno, la Sociedad Española de Neurología ha dado la alarma por su proliferación en clínicas privadas al ofrecer grandes resultados contra esta enfermedad.
Su historia. La historia de esta cirugía no comienza en un laboratorio de neurociencia, como ocurre con otras técnicas que se llevan a la práctica clínica. Para entender esta técnica tenemos que remontarnos a principios de este siglo con el cirujano Bahman Guyuron que notó algo extraño: muchos pacientes a los que les realizaba el lifting facial De frente, es decir, del tramo frontal, informaron que después de la operación sus migrañas habían desaparecido.
A partir de ahí se desarrolló la teoría de los puntos gatillo extracraneales. La hipótesis es que la migraña no es sólo un evento cerebral, sino que puede desencadenarse por la compresión de los nervios periféricos de la cara y el cuello debido a músculos o vasos sanguíneos. La cirugía en este caso consiste básicamente en liberar estos nervios mediante descompresión o cauterización. de cuatro áreas específicas del cráneo:
- En la región de la frente.
- En los templos.
- En la parte posterior de la cabeza.
- En la zona de la nariz.
La discusión. Lógicamente no está libre de conflictos. Por un lado, hay cirujanos americanos que Aseguran que entre el 70% y el 95% de los pacientes mejoran o eliminan sus síntomas. Sin embargo, cuando recurrimos a la literatura científica rigurosa, las cifras adquieren muchos matices.
la revista Fronteras en Neurología, que analizó los datos de 627 pacientesreveló una realidad muy clara. Sólo el 38% de los pacientes sometidos a esta operación registraron una remisión de los dolores de cabeza después de 6 a 12 meses. Y esta es una cifra muy controvertida, ya que las clínicas privadas prometen cifras que no son las que señalan estudios independientes.
El estudio advierte explícitamente que Se necesitan pruebas más elaboradas y transparentes.ya que el riesgo de sesgo en la selección de pacientes es alto. Es decir, se eligen aquellos pacientes que mejores resultados están dando, dando un valor de éxito que no es del todo real al no seguir los estándares de calidad esperados en un estudio.
En España. Nuestro país se ha alzado en armas contra este tipo de cirugías que parecen un milagro, y la Sociedad Española de Neurología (SEN) No ve la base fisiológica detrás de esto que explique su efecto. Lo primero que ven es que los estudios son demasiado pequeños (lo que deja los resultados obvios), pero también señalan que la migraña es una enfermedad del sistema nervioso central y que «descomprimir los nervios» fuera del cráneo carece de plausibilidad biológica. En concreto, la conclusión alcanzada en la SEN es el siguiente:
No existe evidencia científica que avale actualmente que la cirugía tenga un papel terapéutico para la migraña. Por lo tanto, no se recomienda a ningún paciente con migraña someterse a una intervención quirúrgica por esta enfermedad.
La migraña se ha estudiado en profundidad y no hay evidencia sólida de que estos nervios estén comprimidos en los migrañosos. Y van más allá al señalar que «la migraña no tiene cura, pero hay muchos avances terapéuticos con base científica y más están por venir».
Efecto placebo. Para entenderlo debemos saber que la cirugía es una intervención que se impone a cualquier persona, y el simple hecho de pasar por un quirófano genera en un paciente la sensación o expectativa de que se curará. Por eso se trata de medir en los grupos de control, que son aquellos pacientes que entran al quirófano, pero que no reciben descompresión nerviosa (aunque creen que sí). En estos casos se ha visto que los pacientes señalan que sus migrañas han mejorado, cuando no es así.
Todo motivado también porque medir la intensidad del dolor en un paciente no es nada fácil, ya que es tremendamente subjetivo, ya que cada persona lo percibe de una forma concreta.
Tu aplicación. En España la técnica se encuentra en un limbo. No está financiado por la seguridad social ni avalado por la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías en Salud (RedETS), pero se ofrece en el mercado privado con precios que oscilan entre los $5.000 y los $15.000.
Pero la recomendación de los especialistas en este caso es que “a cualquier paciente con migraña no se le recomienda someterse a una intervención quirúrgica por esta enfermedad”. La única excepción que hacen es que vayas a participar en un ensayo clínico.
Imágenes | Adrian Swancar Akram Huseyn
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