Hematoma en España | Las figuras que muestran la ordinaria magnitud del apagón eléctrico en España y Portugal | MUNDO





España y Portugal vivieron el lunes un apagón de proporciones históricas, siendo este el mayor incidente de interrupción de suministro eléctrico jamás registrado en ambas naciones.
Millones de personas se quedaron sin electricidad como consecuencia de este evento sin precedentes. Los trenes y medidores fallaron, los semáforos dejaron de funcionar, se interrumpieron servicios telefónicos e internet, y numerosas actividades cotidianas se vieron paralizadas de forma drástica.
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Mientras las autoridades se afanan en descubrir las causas del apagón y restablecer el servicio, los datos recopilados en tiempo real empiezan a ofrecer una visión del alcance y la magnitud de la crisis que se ha desatado en múltiples áreas de la Península Ibérica.
Desde las cifras del consumo de energía hasta el tráfico aéreo, pasando por la demanda de gas, internet y telefonía móvil, los indicadores reflejan de manera contundente la gravedad del apagón histórico en cuestión.
Blackboards: «National Zero»
A las 12:30 en España y las 11:30 en Portugal, la cuadrícula eléctrica de la Península Ibérica sufrió un colapso generalizado que dejó a gran parte de la población en la oscuridad.
Según la Red Eléctrica de España (REE), se registró un «cero nacional», un apagón total del sistema eléctrico, una situación que, como afirman expertos y autoridades en materia energética, no había tenido precedentes hasta ahora.
El consumo de energía de España se desplomó drásticamente en cuestión de minutos, pasando de 25,184 a 12,425 megavatios (MW).
Las Islas Baleares y Canarias, áreas no peninsulares de España, lograron evitar el impacto del apagón, manteniendo su suministro eléctrico.
Muchas empresas recurrieron a generadores de combustible. (Getty Images).
A través de datos en tiempo real, la REE señala que el Servicio Nacional de Electricidad empezó a recuperarse lentamente a lo largo de la tarde y la noche del mismo día.
En un cálculo inicial, la Red Eléctrica estimó que la recuperación total del servicio podría tomar entre seis y diez horas, aunque algunas áreas vieron un restablecimiento más ágil gracias al apoyo de operadores como la red francesa RTE, que proporcionó 700 megavatios a España.
En Portugal, cuya red eléctrica dependió del 33% de su consumo de España, se observó una caída abrupta en la demanda, que descendió de 8.16 Gigawatts (GW) a apenas 0.6 GW, lo que equivale a un 93% de desconexión, según datos de Ren (National Energy Networks).
Además, el sur de Francia también experimentó breves interrupciones, aunque pudo restaurar el servicio de forma rápida.
El apagón impactó inmediatamente en los servicios básicos, afectando tanto a Internet como al consumo de gas.
En Madrid, el tráfico de datos se redujo más de la mitad en comparación con la normalidad, cayendo de 588 a 252 gbit/s, según datos del Intercambio de Internet Comercial de Deutscer (De-CIX) revelados por el periódico El País.
El servicio telefónico también sufrió una serie de incidentes en las principales operadoras (Movistar, Orange, Vodafone, Jazztel), que se intensificaron desde el momento del apagón, según un sitio web especializado.
Las empresas reportaron fallos en los servicios de Internet, tanto fijos como móviles, aunque algunas infraestructuras críticas, como los centros de datos, pudieron seguir operando gracias a sus sistemas de respaldo.
Las personas se vieron obligadas a acudir a los cajeros automáticos debido a que las transacciones con tarjeta se vieron interrumpidas. (Getty Images).
Las consultas de «Bru qué» sobre tendencias en Google se multiplicaron en los diez minutos siguientes al apagón, alcanzando un pico poco después y convirtiéndose en la búsqueda más realizada del día, con más de 5 millones de búsquedas registradas.
La demanda de gas natural en España también experimentó una caída drástica, de 27 gwh/hora a apenas 8 gwh/hora, coincidiendo con el momento del colapso eléctrico, según datos de Enagás.
Los pasajeros tuvieron que abandonar los trenes que quedaron varados en las vías. (Getty Images).
Transporte, en cifras
El apagón provocó un colapso total en el transporte ferroviario a lo largo de España: la operadora Renfe decidió suspender la circulación de todos los trenes de larga distancia, trenes cercanías y de alta velocidad (AVE).
Cerca de 35,000 pasajeros quedaron atrapados en más de 100 trenes, y tuvieron que ser asistidos por los servicios de emergencia para su evacuación.
Las operaciones del metro en Barcelona también fueron suspendidas, y la Dirección General de Tráfico (DGT) emitió una recomendación de evitar el uso de vehículos debido a la falta de semáforos operativos, lo que complicó aún más el tráfico en las vías.
El transporte se vio gravemente afectado, con muchos pasajeros durmiendo en estaciones de tren. (Getty Images).
Se registraron además interrupciones significativas en los sistemas de información de tráfico, que dejaron de actualizarse en tiempo real.
Asimismo, aunque en menor medida, se presentaron cancelaciones en el tráfico aéreo.
En Portugal, 96 vuelos fueron cancelados, siendo el aeropuerto de Lisboa el más afectado, con un 29.63% de cancelaciones en sus salidas.
En España, las cancelaciones fueron solo 45 vuelos, con un impacto relativamente menor en los aeropuertos de Madrid (2.56%) y Barcelona (2.98%), según datos proporcionados por AENA.
Aunque no se especificaron las causas detrás de estas cancelaciones, los aeropuertos operaron con limitaciones significativas debido a la falta de suministro eléctrico.
El presidente Pedro Sánchez se dirigió a la ciudadanía en dos ocasiones para pedir calma, recomendando un uso mínimo de Internet y telefonía móvil, así como evitar viajes innecesarios durante la crisis.
Se explicó que las razones específicas detrás del apagón seguían bajo investigación, y que no se descartaba ninguna hipótesis.
En Portugal, la Ren sugirió que el corte podría haber sido causado por «un fenómeno atmosférico inusual» vinculado a «variaciones de temperatura extremas» que provocaron «vibraciones atmosféricas inducidas» en líneas de alta tensión (400 kV), un fenómeno capaz de generar oscilaciones anómalas y llevar al colapso total del sistema eléctrico.
Este apagón del lunes es considerado por expertos y autoridades como un evento sin precedentes, dada su amplitud e impacto simultáneo en sectores vitales como energía, transporte, telecomunicaciones y servicios básicos.
El apagón generó caos en el tráfico de muchas ciudades. (Getty Images).