José Jerí en entrevista con : “Hasta que limpiemos el país será necesario vivir en estado de emergencia” | Inseguridad ciudadana | Delincuencia | TLCnota | POLITICA – El diario andino


—Presidente Jerí, la última vez que lo entrevisté en usted era presidente del Congreso y me dijo que, si el Parlamento vacaba a Dina Boluarte, usted iba a desistir, que no iba a ser presidente de transición. Pasó todo lo contrario. ¿Qué le hizo cambiar de idea?
Cuando conversamos aquella vez te mencioné que todo iba a ser producto de una consulta a las fuerzas políticas que estaban presentes en el Congreso, lo cual hice. No fue una decisión en automático, fue una decisión que primero consulté en la interna conmigo mismo.
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—¿Y qué se contestó?
Que tenía que ser lo mejor para el país. Y si lo mejor era que yo no fuese, no tenía ningún problema. Hice la validación primero con la Mesa Directiva, segundo con las bancadas y también con algunos congresistas que son amigos. A todos les expuse mi punto de vista. Los hechos simplemente sucedieron y tenía que aceptar o declinar. Lo dije en su momento y lo sigo pensando: siempre apostaré por la estabilidad del país, no por las personas como tal. Ese es mi norte.
—En la soledad de su conciencia, cuando usted ya era el presidente constitucional, ¿se sintió preparado para gobernar?
Comencé a asimilar progresivamente las responsabilidades que acababa de asumir. Sabía lo que implicaba y el momento en el que asumía la presidencia. Era y es un momento delicado, muy complicado. Tenía que tomar acciones concretas y el hecho de que yo también dudase a nivel personal es porque sé perfectamente que cuando yo me comprometo, me comprometo. También pensé en todo lo que este cargo implica, la sobreexposición.
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—Pensó que iban a desnudarlo.
Exactamente.
—Las mujeres de izquierda han dicho cosas muy graves de usted.
Sí, claro, siguen diciendo cosas espantosas.
—¿Cuánto afecta que le digan que un hombre sospechoso de abuso sexual no puede ser presidente?
Yo siempre reflexiono mucho. Uno nunca debe dejar de perder la perspectiva ciudadana, porque antes de cualquier función somos ciudadanos. Hay que vernos desde afuera. Cuando ocurrió todo me puse a pensar: ¿hay mérito o no hay mérito en lo que dicen? ¿Tienen razón o simplemente usan un tema que está legalmente zanjado como arma política para desprestigiarme? Si hubiera un solo motivo cierto, créeme que no tendría la cara para estar al frente del país. Legalmente se demostró que nunca tuve nada que ver y hoy es un tema político usado para bajarme.
El presidente José Jerí en entrevista exclusiva con . Foto: GEC / Richard Hirano
/—De hecho querían cortarle la cabeza, dijeron que solo tres personas podían gobernar el Perú: Ruth Luque, Flor Pablo o Susel Paredes.
Sé que es un arma política y, si pretendían amilanarme, pasó todo lo contrario, me dieron energía y carbón para que mis decisiones tuvieran más fuerza. Una cosa es que te acusen con algo que tiene fundamento y otra que, sabiendo a todas luces que no es así, insistan. Esos ataques fueron energía suficiente para poder levantarme, pararme, apechugar, como se dice, y enfrentar las cosas. He tomado decisiones distintas a las que se han tomado en gobiernos anteriores que no hicieron cosas para protegernos.
—Cuando muere Eduardo Ruiz durante la protesta, muchos pensaron que se iba a repetir la historia de Manuel Merino, que usted iba a declinar.
Yo era un espectador cuando pasó lo anterior con Merino, no estaba en el Congreso. Pero una cosa es verlo y otra vivirlo. Se decía que tenía un ‘pool’ de asesores del extranjero, que mi partido me direccionaba, pero todo era mentira. Las decisiones que he tomado hasta hoy son producto de mi reflexión. Me quedé porque soy responsable.
—Sus detractores aseguran que es títere de Patricia Li, que ella es el poder en la sombra.
Yo no soy títere de nadie. He sido formado por ella, solo he militado en Somos Perú, pero no quiere decir que esté conmigo porque su función se lo impide y mi responsabilidad con el país también. Se han generado muchas leyendas urbanas. Yo escucho a todos y luego armo mi juicio propio.
—¿Quién es su asesor presidencial?
No hay uno solo que pueda decir: “Soy el asesor presidencial”, no hay ese monopolio. Escucho a todos quienes trabajan conmigo. Y también escucho a externos que no trabajan en Palacio, pero que siempre tienen algo que decir.
—¿Durante las protestas violentas, cruzó por su cabeza renunciar?
No, nunca. Ya había asumido y habría sido muy irresponsable declinar. Cuando tomo una decisión, voy hasta el final. Siempre he sido así, pero mucho más a raíz de lo que me pasó. Esa denuncia fue un corte en mi personalidad.
—¿Se refiere a la denuncia que tuvo por abuso sexual?
Sí, claro, fue un punto de inflexión. Hizo que mi voluntad y mi fuerza de salir adelante sea mucho más. Cuando a uno lo lapidan o le imponen una narrativa que no es, sacas más coraje y más fuerza para defender el honor. Si todo esto hubiera pasado un año y medio atrás, tal vez no encontrarías a un José Jerí como lo estás viendo ahora. Hubiera sido distinto, más débil seguramente.
—Hoy es uno de los presidentes más jóvenes que ha tenido nuestro país, es un presidente ‘millennial’.
Es lo que terminológicamente corresponde, eso dicen.
—Uno de sus imitadores, joven como usted, se ha hecho muy famoso bailando y muchos creen que él, con tanto humor, lo ha salvado…
El famoso Martín.
—¿Lo conoce?
Lo conozco porque es inevitable no conocerlo. Consumo redes sociales y una vez me lo crucé. Obviamente no tengo sus dotes de bailarín.
—Ahora le dicen el “presidente máquina”.
El gobierno está a toda máquina para devolver la seguridad.
—Hay otro apodo que ni siquiera me atrevo a decir…
Mejor no lo digas.
—Pero lo sabemos usted y yo. Lo primero que hizo al llegar a Palacio fue borrar de su Instagram a todas las chicas que seguía…
Mi mayor concentración ahora no son las mujeres. No porque no me gusten, evidentemente me gustan, está demostrado. Ahora tengo un sentido de prioridad y me he comprometido a combatir la delincuencia. Me estoy comiendo el pleito.
El presidente José Jerí en entrevista exclusiva con . Foto: GEC / Richard Hirano
/—Muy bien, hablemos de la inseguridad. Su primera acción de gobierno como tal fue ir a un penal.
A romper un penal, como se dice. A hacer una requisa, porque sabíamos desde el momento que asumí la responsabilidad –no estamos inventando la pólvora– dónde están las soluciones. Siempre han estado ahí las armas para poder combatirla; tal vez no se ha querido hacer, que es distinto.
—¿Cuál es su mayor conclusión? ¿El INPE es corrupto?
El primer diagnóstico es que durante los últimos años, en los últimos gobiernos, hubo un abandono sistemático a las instituciones que están encargadas de combatir la delincuencia. Comisarías abandonadas, mala infraestructura, pésima capacidad de atención, se han parchado las cosas y eso hemos heredado. El error de un policía no puede etiquetar a toda la institución. Hubo un debilitamiento sistemático a las instituciones que debían justamente hacer esa labor con el INPE.
—Es consciente de que el INPE ha permitido que los penales sean institutos del crimen.
El INPE y el sistema. El INPE es el órgano rector, el que se encarga día a día, pero hay un trasfondo. El sistema no ha evolucionado. El hacinamiento es una causa también. Una cosa es una persona que te hurta un celular en determinado contexto que solamente él sabrá explicarlo, y otra cosa es un asesino.
—¿Qué hará para evitar juntarlos?
Tomaré medidas de diversa naturaleza que apuntan al mismo norte. Estamos yendo a las fuentes de la criminalidad. Muchos decían que el presidente Jerí no tiene un plan. En principio yo no postulé para ser presidente de la República. Creían que iba a ser calcinado, pero yo me caracterizo por hacer lo que nadie piensa que haré. Ahora mismo, en las facultades que estamos pidiendo, una de las medidas principales que intenta ser opacada es justamente que queremos cambiar el concepto del INPE a través de una superintendencia que también fusione establecimientos como Maranguita. El uso del polígrafo, que ahora se critica, también es parte de las medidas que nos llevan a frenar las fuentes del delito. Vamos a invertir más en el tema infraestructura. El penal de Ica es el más avanzado. Nos hemos trazado la meta de informar cada tres meses los avances en infraestructura, vamos a presentar pabellón por pabellón.
—Lo han comparado con el presidente Bukele.
No me molesta, pero en ningún momento he pretendido imitarlo.
—Bukele ha pasado a la historia de su país porque lo ha pacificado. Usted escribiría su nombre con algo de gloria si logra detener tanto asesinato. Lo cierto es que, desde que usted ha declarado estado de emergencia, hemos tenido 54 homicidios y seguimos con los mismos índices de Boluarte.
Cuando asumimos el gobierno hemos encontrado una ola de criminalidad creciente. Lo que nosotros hemos hecho, en principio, es contener el crecimiento para que no siga disparándose. No lo hemos contenido como quisiera, porque no tenemos las herramientas legales para poder actuar. No tenemos las suficientes herramientas para ello. Y eso es lo que hemos heredado. Jamás se ha ido al origen de la criminalidad, no se pensaba que necesitábamos esta herramienta legal. El tema del INPE no viene del gobierno de Boluarte, es una crisis sistémica y nadie le dio la importancia debida para frenar el crimen.
—¿Qué herramientas legales necesita?
Los estados de emergencia son fundamentales, porque permiten a la policía actuar allanando casas cuando se detectan por inteligencia los búnkeres de la criminalidad; si no fuese así, tendríamos que pedir una orden judicial y entre lo que se tramita encontramos la casa vacía.
—Pero no podemos vivir eternamente en estado de emergencia.
Obviamente, pero hasta que limpiemos el país será necesario vivir en estado de emergencia. Hay que tenerlo bien claro. Tenemos que limpiar el país de los delincuentes y yo soy de la idea que tenemos que aplicar las medidas que tengan que aplicarse en el tiempo que tengan que durar para conseguir resultados.
—¿Y cuál es la otra herramienta legal?
El tema de la venta de los chips. La venta indiscriminada de chips son fuentes extorsivas, al igual que los penales. Tiene que haber una responsabilidad de parte de quienes distribuyen, un límite a quienes venden. No crean que solamente el Estado solucionará este problema; una sola persona no sacará adelante el país venciendo la criminalidad. Este es un compromiso, una cruzada de todos para salvarnos.
—Varios opinólogos dicen que si usted logra reducir la criminalidad, podría regresar a Palacio en el 2031.
No estoy pensando en eso. Nada me va a desconcentrar de lo que hoy tengo que atender. Los políticos tienen expectativas, sería loco decir lo contrario, pero mi meta principal es dejar un legado y esto pasa por comenzar a derrotar la delincuencia.
—Entonces, no ve como mala idea postular a la presidencia en el futuro.
Siempre soñé con ser senador; lamentablemente hoy no lo puedo hacer. Me apena no poder ser candidato.
—¿George Forsyth, el candidato de Somos Perú, se está colgando de usted?
No, yo creo que George, una vez que ha decidido emprender su candidatura, está trabajando en lo que va a ser su campaña.
—¿Quién le autorizó a usar el uniforme militar en una ceremonia castrense tan importante?
Ellos tienen un procedimiento cuando eres oficial en reserva. Fueron invitados.
—¿Usted los invitó?
No, yo no tengo mayor injerencia más que asistir a la actividad programada. Yo no lo invité. Es más, la mayoría de personas que vio mi expresión sabe que me sorprendió. Y déjame decirte que me dijo que estaba muy contento, porque estaba naciendo su hijo y que lo disculpara porque se tenía que retirar.
—Si estaba naciendo su hijo, ¿qué hacía allí?
No sé. Yo nunca he estado en esa situación.
—¿Qué garantiza que tendremos elecciones libres? ¿No está aprovechando su poder para poner en vitrina al candidato de Somos Perú?
Todas mis decisiones son plenamente independientes, con aciertos y errores, seguramente. Mi partido, muchos sectores, muchas personas, muchos gremios, muchas asociaciones, me hablan, me comentan, me dan detalles y sugerencias, pero el que decide finalmente es el presidente.
—Entiendo lo que dice, ¿pero no hubiera sido mejor buscar la licencia temporal en su partido? Usted además es parte de la comisión política de Somos Perú y estamos en medio de un proceso electoral.
He pedido mi licencia a Somos Perú hace un par de días. Hay cosas que no anuncio, porque eso sería afirmar que hay un nivel de influencia y no es así.
—¿Usted decidió que Forsyth fuera el candidato?
No, fue una decisión que se tomó en su momento en forma colegiada. Antes de ser presidente he emitido mis opiniones y mis juicios de valor, no lo voy a negar, pero la decisión final se tomó cuando ya estaba en Palacio.
—¿Por qué lo vamos a recordar cuando termine su mandato?
Hay primeras acciones que se han tomado en el ámbito de la seguridad ciudadana. No me recordarán como alguien que no hizo nada, todo lo contrario. Mi objetivo principal es devolver la tranquilidad a la ciudadanía. No será el 100%, pero lo voy a intentar. Devolver la sensación al país de que hay una autoridad ya es bastante.
—Además está viajando. Le falta entrar a Puno, presidente.
Es parte de mis viajes programados.
—¿No teme que le tiren huevos?
Estoy dispuesto a recibir lo que tenga que recibir, porque me interesa la reconciliación. Si ellos consideran que insultándome o expresándose de la manera que consideran es la forma como pueden aceptar a un presidente, tendré que aceptar.
—¿Garantiza que no va a terminar como los otros presidentes procesados?
Lo que yo puedo ofrecer es que día a día haré lo imposible para que la percepción respecto de la presidencia cambie. Quiero devolver el honor a esta institución; la ciudadanía tiene que volver a creer en sus autoridades.
—Presidente Jerí, usted siempre habla de transparencia. ¿Podemos saber realmente en qué consiste su patrimonio? ¿Con qué entró a Palacio y cómo saldrá?
Bueno, he entrado con lo mismo y saldré con menos capacidad de ahorro. ¿Motivo? Como gano como congresista y no como presidente, al no realizar algunas actividades parlamentarias, se me descuenta casi un tercio de lo que antes recibía como congresista. Es decir, mis ministros-congresistas, sumando todo el concepto, ganan más que yo. ¿Lo bueno? Al menos hay gastos que no realizo y compensa en algo. Pero, bueno, cualquier duda allí están mis declaraciones juradas para cualquier cosa, como siempre ha sido.


