La mayoría prefiere que Petroperú sea vendida o liquidada – El diario andino
La crisis en Petroperú continúa como incertidumbre ante la posibilidad de otro cambio en el directorio. Los casi 12 meses perdidos de la empresa de Alejandro Narváez siguen pasando factura hoy y la gente lo siente. Por eso, una encuesta de Ipsos para Perú21 encontró que más de la mitad preferiría que la empresa estatal fuera vendida a una empresa privada o que la liquidaran y cerraran. Sólo el 26% cree que deberían seguir recibiendo ayuda del Estado (ver tabla).
Para el expresidente de la empresa pública Carlos Paredes, los datos de las encuestadoras muestran que los peruanos son más conscientes de que la empresa ha tenido una mala gestión con «resultados desastrosos» que al final pasan factura a todos los peruanos.
«En el poco tiempo que tendrá la próxima junta directiva debe hacer de Petroperú una empresa diferente, con diferente gobierno corporativo y tener una solución financiera y productiva para la empresa. Petroperú no puede seguir manejando a la misma gente», comentó.
Por eso, consideró que quienes están a cargo de esta reestructuración y estos cambios deben tener contratos que estén amparados por un marco legal que permita que se dé esa transformación. A eso hay que sumar, según creía, que hay que promover la transparencia y revelar las verdades que se quisieron ocultar sobre el estado de la empresa en determinadas administraciones.
«A esta nueva junta hay que darle total libertad para diagnosticar y proponer un rumbo para la petrolera. Debe haber un plan que tenga en cuenta lo propuesto en la junta de Oliver Stark. Debemos trabajar con la junta en eso», dijo.
Una refinería cara e inútil
La situación de la petrolera pública no es reciente, pero sin duda ha empeorado con el paso de los años. El presidente del directorio de Apoyo Consultoría Gianfranco Castagnola explicó que parte de esta crisis es consecuencia de la forma en que se decidió invertir en la refinería de Talara. Cabe señalar que este proyecto se estimó originalmente en 1,1 mil millones de dólares, pero su precio aumentó a más de 6,0 mil millones de dólares.
«La forma irresponsable en que se decidió invertir en una nueva refinería -bajo el eufemismo de modernización- y, peor aún, la reciente administración que sólo se dedicó a pedir al Tesoro recursos por cientos de millones sin los ajustes necesarios para hacerla sostenible, han logrado recientemente algo impensable: que la mayoría de las empresas prefieran pasar a ser estatales. Es una mala idea que se privatize Petroperú», explicó.
Además, cree que es necesario realizar una investigación debido al desastre financiero que implica el proyecto impulsado por el expresidente Ollanta Humala. Además, señaló que el caso de la petrolera debe ser una lección para que el Estado no intente «jugar a crear una empresa con bolsillos ajenos», teniendo en cuenta que todos los peruanos pagamos por las pérdidas de la empresa.
«Creo que los contribuyentes merecen una explicación por este desastre financiero. Debería investigarse cómo se tomó la decisión de implementar un proyecto así, por qué salió tan mal y por qué la reciente administración (con Alejandro Narváez a la cabeza) pudo conseguir tanto financiamiento sin mínimos esfuerzos de reestructuración», subrayó, recalcando que esta vez se debe llegar lo más lejos posible, el Gobierno expresó su preocupación. ajuste o reestructuración, hace que aumente la cantidad que pagaremos todos.
Y Gianfranco Castagnola señaló que los costos de la refinería de Talara podrían haberse utilizado para otros fines, como escuelas, centros de salud, comisarías, instalaciones de agua y alcantarillado para personas que hoy carecen de esos servicios.
Para el representante de Apoyo Consultoría, el punto de partida es un cambio en el sistema de gestión y control corporativo. De esta manera, la empresa podría quedar bajo el ámbito del Fondo Nacional de Financiamiento de las Actividades Empresariales del Estado (Fonafe).
«La empresa hoy parece servir sólo a los intereses de un pequeño grupo privilegiado que se resiste a cualquier cambio, vive del botellón estatal y culpa al resto del mundo de sus malos resultados, como el clima, los puertos, el BCR, y no se responsabiliza de su pésima gestión», afirmó.
Pérdidas
A septiembre de este año, es decir, antes de la salida de Alejandro Narváez, las pérdidas de la empresa estatal ascendían a 355 millones de dólares (unos 1.200 millones de S/S). La justificación de la compañía para este resultado son las limitaciones operativas derivadas del cierre del puerto por oleaje anómalo, que afectó el trabajo de la refinería de Talara y no permitió el normal suministro de crudo a la refinería y el normal suministro de su producción a terminales y plantas.
Además, aseguraron que la tendencia a la baja en los precios internacionales del crudo y derivados impactó negativamente, lo que afectó la realización de cepo.
Mientras tanto, Fitch Ratings advirtió que los persistentes problemas de gestión y rentabilidad de Petroperú requerían transferencias de efectivo y garantías del gobierno, y planteaban un riesgo continuo en el futuro.
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