July 1, 2025

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Ciencia y Técnología

Lo que sabemos (y, sobre todo, lo que no sabemos) hasta ahora

Lo que sabemos (y, sobre todo, lo que no sabemos) hasta ahora

Las acusaciones de espionaje han hecho sonar las alarmas en Occidente, especialmente en los últimos meses. No hace mucho, Alemania acusó a China de haber instalado dispositivos de comunicación no autorizados en turbinas eólicas, un caso que provocó una fuerte controversia en las relaciones internacionales. Ahora, estamos viendo una repetición de este fenómeno en los Estados Unidos, lo que ha llevado a un aumento de la tensión entre las potencias.

Corto. Estados Unidos ha denunciado que ha encontrado componentes de comunicación no documentados en ciertos inversores y baterías fabricadas en China. Según Reuters, los funcionarios del sector energético estadounidense están reevaluando el riesgo que presentan estos dispositivos. Este hallazgo ha generado discusiones sobre la seguridad y la vigilancia, especialmente en un contexto donde la soberanía tecnológica se ha vuelto un tema candente.

Más en profundidad. Como ha documentado Reuters, algunos de estos inversores solares y baterías que fueron fabricados en China contenían dispositivos de comunicación inexplicables, incluyendo radios celulares. Estos componentes no estaban incluidos en los documentos oficiales del producto, lo que ha generado una creciente preocupación entre los expertos en ciberseguridad estadounidense, que ven en esto un potencial punto de acceso para vulnerabilidades en la infraestructura crítica del país.

La preocupación. De acuerdo con expertos en ciberseguridad y funcionarios estadounidenses, consultados por Reuters, estos componentes podrían ser utilizados para sortear firewalls y acceder de manera remota a equipos críticos, lo que podría tener consecuencias catastróficas para la red eléctrica. La situación se complica aún más si estos dispositivos permiten actualizaciones remotas de firmware, ya que esto posibilitaría modificaciones no autorizadas que podrían escapar a las revisiones de certificación y abrir la puerta a diversas vulnerabilidades cibernéticas.

Medidas de precaución. El Departamento de Energía de los Estados Unidos ha manifestado a Reuters que se están revisando los protocolos de certificación y documentación para asegurar que todos los componentes de origen estén debidamente registrados. Además, se está trabajando en la implementación de una lista de «materiales de software» (Software Bill of Materials, SBOM) para identificar cada componente integrado en estos dispositivos críticos. Esta medida busca no solo prevenir la instalación de componentes no autorizados, sino también llevar un control estricto sobre las actualizaciones de firmware.

Una respuesta contundente. Ante estas acusaciones, China no ha tardado en emitir una respuesta. Un portavoz de la embajada china en Washington declaró a los medios que «nos oponemos a la generalización del concepto de seguridad nacional, distorsionando y difamando los logros de infraestructura de China». Esta situación nos recuerda las tensiones persistentes alrededor de las acusaciones de espionaje, donde la desconfianza parece regir las interacciones entre estas dos potencias globales.

Una historia relevante. En 2019, Estados Unidos acusó a Huawei de espionaje a través de sus equipos de telecomunicaciones sin presentar evidencia concluyente, basándose únicamente en la cercanía de la compañía con el gobierno chino. Sin embargo, más tarde se demostró que la propia NSA había llevado a cabo un espionaje masivo sobre equipos de telecomunicaciones a nivel mundial, lo que ha generado una serie de críticas sobre las acciones de los Estados Unidos en este ámbito.

Con pinzas. Los detalles sobre este último incidente son escasos y no se ha proporcionado evidencia sólida en el informe. Según expertos consultados por la revista PV, la falta de detalles específicos en el informe de Reuters —como el número de dispositivos afectados o los nombres de los fabricantes involucrados— plantea dudas sobre la veracidad de los hallazgos. En el contexto actual, donde la información tiene implicaciones serias, es crucial abordar estos hechos con un análisis crítico.

Más antecedentes. Entonces, ¿realmente nos enfrentamos a una amenaza tangible o es esto un nuevo episodio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China? En un contexto donde China ha tomado la delantera en el sector de las energías renovables, cualquier acusación que surja en torno a sus dispositivos podría tener implicaciones más amplias para el futuro económico y tecnológico global. ¿Estamos ante un intento por frenar el avance chino en un sector sensible o es una advertencia legítima sobre los riesgos de ciberseguridad en infraestructuras críticas? La duda persiste.

Imagen | Pexels

| China está mejorando ambas turbinas eólicas que Alemania solo encuentra una explicación: espías

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Redactor Andino