Nacionalidad activa de la escuela – El diario andino

Autor: Susana Díaz, presidenta de Cade 2025 IPAE Acción comercial
Mi chico de secundaria recientemente me preguntó si la votación atendió algo. Su tono no era una rebelión, sino una decepción sincera. Y no sé qué responder de inmediato. Porque detrás de ese tema no hay duda en el sistema, sino un grito de almacenamiento.
En estos años, he visto a una generación de jóvenes grandes y sensibles, capaces de movilización debido a causas sociales, el medio ambiente o la igualdad crecen en nuestras aulas. Y al mismo tiempo, fui testigo de cómo esa misma generación se siente excluida de los espacios en los que decide el tipo de cambio del país. Como si la democracia no les perteneciera.
Es por eso que creo profundamente en el poder de la educación para sanar esa herida y renovación de la confianza entre los adolescentes y sus instituciones. No es un dictado de otra clase de civil, sino en la capacitación de la experiencia desde la experiencia de la práctica de la escuela cotidiana.
La educación en los valores democráticos debe ser parte del ADN de nuestras escuelas. Cada enseñanza, cada consejo de estudiante, cada espacio de diálogo es una oportunidad para aprender lo que no estará de acuerdo, y escuchar el segundo es respetar que el público lo sea. La democracia no reduce el acto de votar: es una forma de vida juntos.
En esa línea, nace el Cadada de la Escuela, una reunión organizada por IPAE con el apoyo de la idea internacional y la Unión Europea. No será espacio del habla, sino experiencias transformadoras con discusiones que simulan la vida parlamentaria, los laboratorios de innovación cívica, los talleres de correspondencia, la creación de videojuegos con valores democráticos y almuerzos que inspiran cerca. Cada escuela asistirá a un maestro que también se formará y luego multiplicará lo que se aprende en su comunidad. Entonces, lo que comienza en el foro del día se convierte en semillas que florecen en las escuelas de todo el país.
En este contexto, una marcada inseguridad política y la cercanía del nuevo proceso electoral, somos responsables de hacer algo diferente. No podemos continuar arrepentidos debido a la interrupción de los jóvenes con democracia sin proporcionar espacios reales para su participación. Esta primera edición de la Escuela Cade busca dar esa respuesta y elevar la experiencia en la que los ciudadanos activos dejan de ser la teoría y se convierten en una experiencia.
La participación no puede permanecer en canales formales. Se toman los jóvenes que lloran por el cambio en las decisiones: dejar de ser marcados con intereses y asentamientos especiales en el valor de la solidaridad, la tolerancia, el diálogo y el consenso a favor del bien común. La democracia no se construye sola en las encuestas, sino en la práctica de los valores que nos hacen mejores personas para una mejor sociedad.
Queremos que este foro sea un punto de partida. Que los adolescentes no solo entienden qué es la democracia, sino para experimentar cómo construir con los demás, cómo se defiende con ideas y cómo transformar con el compromiso. Porque si nos esforzamos por el país justo, debemos comenzar a formar una generación que crea y crea, capaz de habilitar.