November 25, 2025

Office Address

123/A, Miranda City Likaoli
Prikano, Dope

Phone Number

+0989 7876 9865 9

+(090) 8765 86543 85

Economía

Perú y su oportunidad en la transición energética global – El diario andino

Perú y su oportunidad en la transición energética global

 – El diario andino

Por Ronin 360

Hoy, el mundo está entrando en una nueva dinámica que está redefiniendo la demanda de minerales y abriendo un ciclo completamente diferente. En los últimos 25 años se han visto dos grandes olas de precios: la primera, impulsada por el crecimiento de China entre 2000 y 2014, cuando su economía avanzaba a tasas cercanas al 10% anual; y el segundo, el actual, iniciado por el proceso global de transición energética y reforzado por el auge de la inteligencia artificial.

Ambos fenómenos requieren cantidades sin precedentes de minerales, especialmente cobre, para la producción masiva de coches eléctricos, paneles fotovoltaicos, turbinas eólicas, líneas de transmisión, centros de datos y sistemas electrónicos cada vez más sofisticados.

Esto no es una especulación, sino una tendencia respaldada por evidencia. S&P Global estima que el consumo de cobre refinado podría duplicarse en los próximos diez años, manteniendo los precios lo suficientemente altos como para respaldar un nuevo ciclo de inversión. Al mismo tiempo, el FMI advierte de que el consumo energético en los centros de datos es ya igual al de Francia o Alemania, y que podría triplicarse de aquí a 2030, alcanzando el nivel de India, el tercer país más intensivo en demanda energética.

Aprovechando este nuevo entorno, el Perú podría sumar aproximadamente un punto porcentual adicional de crecimiento económico en las próximas décadas, tal como lo predice el Banco Mundial.

Ventaja del Perú

La ventaja estratégica del país es significativa. Perú tiene una cartera de 67 proyectos mineros, que suman cerca de 65 mil millones de dólares de inversión potencial, de los cuales más de la mitad -36 proyectos- corresponden a cobre y concentran alrededor de 45 mil millones de dólares, equivalentes al 71% del total.

Diez proyectos podrían iniciar su construcción en los próximos dos años, entre ellos Tía María, Zafranal y Optimización Cerro Verde. Sin embargo, gran parte de esta cartera continúa sin una fecha de inicio clara debido a requisitos regulatorios, sociales y logísticos que frenan su ejecución.

El potencial existe, y es notable, pero aún está sumido en una incertidumbre que limita la capacidad del país para competir con jurisdicciones que ya han decidido aprovechar el nuevo ciclo, como Chile, Canadá, Australia o incluso varias naciones africanas.

La operación minera también tendría un impacto directo en la demanda energética nacional. La minería es uno de los principales consumidores de electricidad en el Perú y su consumo está creciendo incluso por encima del ritmo de producción del propio sector. Hoy representa alrededor de un tercio de toda la electricidad consumida en el país y cerca del 20% de sus costos operativos.

Si la producción de cobre se expande para satisfacer la mayor demanda asociada con la transición energética global, la infraestructura eléctrica del Perú debe mantenerse al día con ese crecimiento. Esto implica un aumento de las capacidades de producción -especialmente las provenientes de fuentes renovables no convencionales, como el sol y el viento- y el fortalecimiento de las redes de transmisión que permitan el transporte de energía a los centros de producción.

La paradoja virtuosa es clara: el auge minero puede convertirse en el mayor impulsor de la transición energética del Perú, siempre y cuando el diseño regulatorio esté a la altura.

Este reglamento, sin embargo, requiere mejoras urgentes. Una matriz más intensiva en fuentes de energía renovables no convencionales requiere de sistemas que puedan gestionar las interrupciones de la generación solar y eólica; mecanismos más ágiles para abrir mercados a servicios complementarios, incluido el almacenamiento en baterías; metodologías de planificación de la transmisión más consistentes con la tasa de crecimiento de la demanda; y reglas más claras sobre integración vertical para atraer inversiones sin distorsiones. Son aspectos técnicos, pero en conjunto determinan la capacidad del país para sostener un ciclo de expansión minera y energética simultánea.

Desafíos sectoriales

La transición energética global ha abierto una oportunidad extraordinaria para el Perú, quizás la más importante en décadas, dijo Isaac Foinquinos, economista jefe de Ronin.

Sin embargo, Foinquinos advirtió que no es una oportunidad automática. Señaló que el país tiene los recursos minerales, el conocimiento operativo y una base energética relativamente sólida para convertirse en un actor central en la nueva economía descarbonizada. Aseguró que es necesario desbloquear proyectos, reducir la incertidumbre y armonizar las decisiones regulatorias y políticas con el tamaño de la ventana de apertura. “La transición energética necesita del cobre peruano, pero más que eso, el Perú necesita una transición energética para recuperar una senda de crecimiento sustentable que hoy parece estar diluida”, afirmó.

Agregó que, fundamentalmente, el progreso macroeconómico del Perú moderno está sustentado en el sector minero, que ha logrado atraer inversiones de talla mundial gracias a un entorno de precios favorable y un marco regulatorio que desde hace tiempo transmite estabilidad y confianza.

“La minería, durante los últimos 25 años, ha sido el motor más constante y decisivo de la economía peruana”, concluyó.

Recibe tu Perú21 por email o Whatsapp. Suscríbase a nuestro boletín digital enriquecido. Aprovecha los descuentos.

VÍDEO RECOMENDADO

About Author

Redactor Andino