Reino Unido será solo el primer cliente. España plantea un coloso en Galicia para construir barcos de guerra como Churros – El diario andino



Si bien España no tiene combatientes F-35, pronto lo hará con lo que será una fuente de orgullo para la nación: la fragata Bonifaz, primero de la clase F110, cuyo estrés tuvo lugar en los astilleros de Navantia en Ferrol. De hecho, Navantia ha recibido una comisión que la colocará en el mundo mundial como una construcción de referencia: el Reino Unido le ha pedido que haga su próxima fragata. En el fondo: un plan para convertirse en la élite del sector.
Un hito naval de España. Navantia está llevando a cabo en Ferrol la mayor inversión de los últimos cien años en un astillero en España: la creación del Fábrica de bloques digitales (FDB) concebido para colocar la construcción naval militar en el mundo tecnológico mundial -garde.
Con un presupuesto de 110 millones de eurosUn área de 45,000 metros cuadrados, 500 metros de longitud y 90 de ancho, la planta duplicará la capacidad productiva del astillero gallego y marcará el paso final hacia el modelo de astillero 4.0Donde la automatización, la inteligencia artificial y la robotización serán protagonistas.
El día. Su inauguración está programada para el Primer trimestre de 2026Después de un proceso de construcción que comenzó en marzo de 2024 e ha incluido la creación de un gemelo digital para monitorear en tiempo real el progreso de las obras, las desviaciones de costos de control y anticipar fallas.
Capacidad productiva no publicada. La nueva fábrica permitirá a Navantia fabricar en Solo un año los bloques equivalentes a un soporte de aire como Juan Carlos IDos fragatas F-1110, cuatro Corvettes europeos EPCCuatro barcos de acción marítima (BAM) o hasta dos barcos de suministro de combate (Bac), Además de los buques de soporte logístico como el FSS ya producido para la Royal Navy.
En términos prácticos, la planta puede generar simultáneamente Los bloques de dos fragatas, con una cadencia de producción de una sección cada diez días (aproximadamente 26 por año), lo que reducirá los plazos de construcción en un 20-25%. En el caso del F-110, alrededor del 85% A partir de la estructura de cada unidad, se fabricará en el FDB, mientras que los bloques singulares (como la cúpula del sonar o el mástil multimisión) continuarán construyendo en los talleres tradicionales. Este esquema agregará simultáneamente los compromisos a la Armada española y al eventual Contratos de exportaciónUna aspiración estratégica en el contexto actual de la rearme internacional, donde los armados exigen tener sus barcos en el más corto tiempo posible.
Automatización, IA y robótica. La fábrica ha sido diseñada bajo un esquema de flujo de trabajo optimizado, dividido en Tres áreas principales: aceros, prearmamento y flip. En el primero se instalarán Líneas de soldadura robotizadas Equipado con tecnología láser híbrida, que garantiza una mayor precisión dimensional estructural y robustez. En la fase del prearmamento, los subblocks se transferirán autónomo por vehículos no tripulados con sensores IoT, y los robots estarán integrados para soldar, manipulación y paletización que funcionará en colaboración con los operadores.
Finalmente, en la zona de voltaje, los bloques se ensamblarán con subcomponentes previamente fabricados en un sistema de ensamblaje automatizado que combina velocidad, flexibilidad y confiabilidad. Todo el proceso será compatible con un sistema de Traceabilidad digital completa: Cada pieza generará información asociada con su gemelo digital, que reajustará automáticamente las siguientes fases y detectará desviaciones de tiempo real utilizando cámaras inteligentes conectadas a modelos 3D.
El centro de innovación y robótica. La transformación digital de Navantia no se limita a la planta misma. Él Centro de innovación y robótica (Cir), directamente vinculado a la fábrica, actúa como núcleo tecnológico donde se prueban y validan las últimas innovaciones en automatización, inspección automática, soldadura avanzada y control dimensional.
El CIR no solo desarrolla soluciones aplicables a la producción inmediata, sino que también funciona como Espacio de entrenamiento y transferencia de conocimiento, asegurando que los avances se integren rápidamente en procesos productivos. El ecosistema, reforzado Con colaboraciones Con la Universidad de La Coruña y con consultores especializados, garantiza, a priori, que el astillero Ferrolano permanece en la frontera de la innovación naval.
Impacto laboral. De la compañía se ha asegurado que, a pesar del alto nivel de automatización, la fábrica no implicará una reducción de plantillas. Por el contrario, mantendrá un volumen de Entre 270 y 400 trabajadores A su vez, incluidos los empleados directos de Navantia y el personal de compañías auxiliares.
En cada turno operarán Entre 300 y 325 personasConfirmando que la robotización se plantea como una herramienta para el apoyo al capital humano y no como un sustituto. La combinación de mano de obra manual especializada y sistemas inteligentes asegura que se mantenga la flexibilidad para satisfacer las demandas específicas de cada programa naval.
Referencia en el plano militar. Una vez terminado, el Ferrol FDB No tendrá equivalente en el mundo de la construcción militar. La única referencia comparable es la Alemán Meyer Werft ShipyardDedicado a los cruceros de lujo y ha estado aplicando gradualmente sistemas automatizados durante quince años.
Navantia, sin embargo, será la primera compañía en mover esta lógica industrial Barcos de guerraLo que, según la compañía, le permitirá ofrecer un producto competitivo, sostenible y de mayor calidad en un sector donde la velocidad de entrega es prácticamente un requisito estratégico. Además, la posibilidad de producir bloques a Otros astilleros internacionalesAmpliando su papel como actor clave en la cadena de suministro naval global.
Nueva era en el estuario. Si también lo desea, con esta apuesta, Navantia tiene como objetivo convertir a Ferrol en un Polo de referencia mundial Para la construcción naval militar, combinando la tradición y la modernidad en un proyecto que representa un antes y después en la historia industrial española. Como Rafael Morgade subrayóResponsable de la transformación digital de la empresa, es una auténtica «nueva era» en la que el astillero gallego pasará de un crecimiento desordenado acumulado en un siglo a un modelo concentrado, eficiente y tecnológicamente avanzado.
En un contexto geopolítico marcado por rearme, esta megafactoría no solo refuerza las capacidades de la armada española, sino que también coloca a Navantia como un socio industrial en la élite del mercado internacional de defensa.
Imagen | Marina de guerra
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