Sus sedimentos nos desprotegieron frente a la próxima sequía – El diario andino

Gracias a los datos proporcionados por las autoridades y en iniciativas como Reservoirs.netTenemos a nuestra disposición información completa del estado de los cientos de depósitos que pueblan nuestro entorno. Sin embargo, durante algún tiempo los expertos nos han notado con un problema que hace que estos datos en principio sean precisos y observadores en algo más similar a las estimaciones.
Es el problema de los sedimentos.
Décadas de acumulación. Los depósitos, además de acumular agua, acumulan sedimentos. Esto implica un problema ya que ocupan una proporción creciente del volumen de pantanos españoles, con el hecho agravante de que es muy difícil estimar la proporción exacta en cada caso.
Afortunadamente, los ecos de la sequía nos han abandonado (por ahora), pero durante los últimos meses de bonanza acuática, algunos pantanos incluso tuvieron que liberar agua después de su relleno. Parte de esa agua podría haberse utilizado si su lugar no hubiera ocupado estos sedimentos. Es para todo esto que se han llamado los sedimentos El «ladrón silencioso» de los embalses.
Solución difícil. Esta acumulación se debe a la dinámica asociada con la naturaleza misma de estas grandes reservas y las barreras arquitectónicas que las crean. Es por eso que imposible evitar que esta acumulación sea más o menor extensión, por lo que solo nos quedan dos opciones: vivir con sedimentos o realizar operaciones periódicas de dragado para limpiar estos sedimentos ocasionalmente.
Viviendo con sedimentos. La coexistencia con sedimentos no es sinónimo de ignorar el problema. Por el contrario, requiere con mayor precisión documentar la magnitud de este fenómeno. La velocidad a la que se acumulan sedimentos en los depósitos en forma de lodo, arena y otros materiales depende muy bien
Teniendo en cuenta que todas estas variables son complicadas, por lo que los estudios de observación también son una opción. El estudio del lecho de lacuestre a través de batímetros nos permitiría conocer el estado del fondo del depósito sin tener que vaciarlo o recurrir a estimaciones indirectas.
Conocer el grado de acumulación de sedimentos en los embalses puede ayudarnos a ajustar su capacidad real y saber con mayor precisión cuáles son los recursos hídricos reales que tenemos y cuál es el ritmo al que los gastamos. Por supuesto, esta solución no resuelve el problema de la pérdida de la capacidad de los depósitos, pero al menos nos permite trabajar con ella.
Estudios. No tenemos una idea general del estado de los sedimentos en nuestros embalses, pero tenemos un registro de algunos estudios y estimaciones realizadas en los últimos años. El problema hoy es que el número de estudios es limitado y sus diversos resultados.
Tenemos un ejemplo en el estudio realizado en 2018 por la Confederación Hidrográfica de Tajo, que estimó Una acumulación insignificante de sedimentos. En el otro extremo, un estudio de batimetría realizado por la Confederación Hidrográfica Segura indicó una pérdida de capacidad en la cuenca de Entre 10% y 40%.
Un tercer estudio nos ofrece una visión algo más global. Realizado a través del análisis de 110 yacimientos, este tercer trabajo estimó una pérdida de capacidad de nuestros depósitos de alrededor del 5%Un resultado intermedio entre los mencionados anteriormente.
Drazando los embalses. La solución al problema Podría estar en el dragado de los depósitos. Esta opción les permitiría recuperar su capacidad original, pero al mismo tiempo planteó un desafío debido a la cantidad de pantanos existentes en el país. Un desafío y una inversión considerable.
Sin embargo, estos tipos de operaciones no son una mera utopía. En 2024, el pantano de Ebro comenzó a dragar operaciones para liberar uno de los desagües de la presa, inútil como resultado de la acumulación de sedimentos. El presupuesto del trabajo: 2.5 millones de euros.
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Imagen | Pilar Flores