Este invierno encender la calefacción dará menos miedo. La razón no es tan reconfortante. – El diario andino
Seis de la tarde. Noche cerrada. Llegas con frío y enciendes la calefacción sin pensar. El radiador respira cálidamente y, junto a él, aparece doblada entre papeles la factura del gas del invierno pasado. Basta un vistazo para recordar la pregunta que abre


