Ser perfeccionista en el trabajo era una virtud. La obsesión por la perfección se ha transformado en productividad tóxica – El diario andino
Imagínate sentir eso nunca puedes hacer lo suficienteque cada minuto libre debe utilizarse para avanzar en algo productivo, incluso si tu cuerpo y tu mente piden descanso. Esta obsesión por mantenerse productivo cada minuto del día, cada vez más normalizada en la cultura


