Madrid tenía uno de los laberintos subterráneos sin GPS más complejos. Google y Waze lo han domesticado con 1.600 balizas Bluetooth – El diario andino
Estamos tan acostumbrados al GPS que, cuando desaparece de repente, un simple viaje puede convertirse en un dolor de cabeza. No es que hayamos perdido la capacidad de interpretar los signos de toda una vida, sino que la forma de moverse a través