un lagarto que se digiere durante meses – El diario andino

Parece fuera de una película de terror: una venenosa, lenta y escoria, que pasa la mayor parte de su vida escondida bajo la arena del desierto. Pero este reptil, lejos de ser una amenaza, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la medicina moderna. Su nombre: Heloderma sospechosomejor conocido como el monstruo de Gila, y su veneno ha inspirado medicamentos que recientemente resuenan una herramienta para perder peso.
Un hallazgo inesperado. En 1980, el gastroenterólogo Jean-Pierre Raufman, intrigado por el potencial terapéutico de las sustancias naturales, analizó una serie de venenos animales. En las áreas más áridas del sur de los Estados Unidos y el norte de México, el especialista en el sistema digestivo y otros órganos asociados fue fascinado por el monstruo Gila. Según la BBCEl monstruo de Gila gasta el 98% de su vida en madrigueras subterráneas y puede sobrevivir con solo seis comidas al año, gracias a la grasa acumulada en su cola, al estilo de los camellos.
Como El ha recogido El National Geographic, el médico quería estudiar más a fondo después de recibir una muestra facilitada por el químico John Pisano, que buscaba nuevas moléculas de tipo péptido. Más tarde, el endocrinólogo John Eng reanudó esa línea de investigación y logró aislar dos moléculas del veneno: EXCENDIN-3 y EXCENDIN-4. Estos se comportaron similar a una hormona humana llamada LPG-1, esencial para regular la producción de insulina. El hallazgo abrió las puertas a un nuevo tipo de drogas.
La ciencia detrás de LPG-1. Por supuesto, ¿cómo un veneno se ha convertido en la estrella del adelgazamiento? El monstruo de Monster-4 de Gila imitó LPG-1, pero tenía una ventaja crucial: permaneció más tiempo en el organismo humano, prolongando sus efectos sobre el metabolismo. Esto permitió desarrollar medicamentos como Byetta (Exenatida) para la diabetes tipo 2.
Como ha recogido la BBCMás tarde, dio lugar a las famosas drogas conocidas como Ozempic, Wegovy y Mounjaro. No solo regulan el azúcar en la sangre, sino que también reducen el apetito y causan pérdida de peso, actuando directamente en los receptores cerebrales que controlan la sensación de hambre. El truco era hacer un pequeño cambio en la molécula: agregaron algunas cadenas de grasa que la convierten en una proteína en la sangre. Eso permite que el medicamento dure más en el cuerpo, por lo que no es necesario tomarlo con tanta frecuencia y su efecto es más constante.
Ahora se enfrenta un problema importante. Y no es escasez de drogas perder peso. Según un estudio de ecología y evoluciónEl monstruo de Gila está viendo cómo su hábitat se reduce drásticamente en las próximas décadas. El cambio climático, junto con la fragmentación del desierto, limita su capacidad para adaptarse.
Para 2070, se estima que podría haber desaparecido de gran parte de su rango actual, especialmente en regiones como Mojave, sin la posibilidad de recordar otras áreas más templadas.
El veneno como ruta de investigación. El uso de compuestos tóxicos en la medicina no es algo nuevo. El captopril, ampliamente prescrito para tratar la hipertensión, se basa en el veneno de una serpiente brasileña, el Jararaca Bothrops. Hoy, esa misma lógica se está aplicando a la escala genética. Investigador húngaro Zoltan Takacs obras En la catalogación de toxinas animales de diferentes especies para crear una base de datos que sirva como punto de partida para nuevos tratamientos farmacológicos.
Subterráneo escondido. La historia del monstruo de Gila es un recordatorio de que los secretos de la ciencia mejor guardados a veces están ocultos bajo la arena. Hoy, su supervivencia depende de la acción humana. Mientras que en los laboratorios están extrayendo sabiduría de su veneno, su hábitat se reduce y su presencia en la naturaleza se vuelve cada vez más vulnerable. No sabemos dónde será el próximo avance de la ciencia.
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