Una nueva y «extraordinaria» anomalía 3I/ATLAS mantiene viva la controversia a medida que el cometa se acerca a la Tierra – El diario andino
Avi Loeb ha vuelto a hacerlo. Mientras la NASA despliega una flota sin precedentes de cámaras y telescopios para observar al tercer visitante interestelar de la historia, el físico de Harvard señala una coincidencia orbital con Júpiter tan precisa que, a falta de explicación, desafía al azar.
Un poco de contexto. El sistema solar tiene un nuevo objeto invitado y, al igual que sus dos únicos predecesores conocidos, ‘Oumuamua y 2I/Borisov, no ha llegado sin controversia. El cometa interestelar 3I/ATLAS, descubierto en julio de 2025, está en camino de realizar su máxima aproximación a la Tierra.
Para la NASA, es una oportunidad de oro estudiar la química de otro sistema solar. Para el controvertido astrofísico Avi Loeb, director del Proyecto Galileo, los datos orbitales acaban de revelar una «anomalía extraordinaria» que, por enésima vezse ha asociado con un posible origen artificial.
Una probabilidad de 1 entre 26.000. Según los últimos datos de trayectoria del JPL de la NASA, 3I/ATLAS pasará por el punto más cercano de su trayectoria a Júpiter el 16 de marzo de 2026. Pero lo sorprendente no es la aproximación en sí, dice Loeb, sino la distancia exacta a la que ocurrirá.
Si una nave nodriza quisiera «sembrar dispositivos» en Júpiter o aprovechar sus puntos lagrangianos para estacionar con un mínimo gasto de combustible, tendría que llegar justo al borde del llamado radio de colina, que delimita la esfera de influencia gravitacional del gigante gaseoso.
En la fecha del encuentro, el radio de las colinas de Júpiter será de 53.502 millones de kilómetros. ¿El hecho que ha llamado la atención de Loeb? La distancia mínima de aproximación del 3I/ATLAS es de 53,445 millones de kilómetros. Según el cosmólogoLa probabilidad de que una roca interestelar pase aleatoriamente con esta precisión por el borde del radio de la colina de Júpiter es aproximadamente de 1 entre 26.000.
¿Motores o desgasificación? La NASA ya había descartado que la «aceleración no gravitacional» observada en 3I/ATLAS procediera de motores artificiales. 3I/ATLAS es un cometa activo. Así, a medida que se acerca al Sol, el calor sublima el hielo de su cuerpo, creando chorros de gas que actúan como propulsores naturales, empujando la roca y alterando su órbita.
Sin embargo, Loeb sostiene que esta aceleración observada durante el perihelio (el punto más cercano al Sol) fue de la magnitud exacta necesaria para corregir el rumbo hacia esa intersección precisa con la esfera Hill de Júpiter. Si se tratara de una nave espacial tecnológica, sostiene Loeb, los «chorros» observados podrían no ser hielo sublimando, sino propulsores que realizan una maniobra asistida por la gravedad.
Aclararemos dudas. El desenlace de esta historia llegará en los próximos meses. El 19 de diciembre tendremos el máximo acercamiento del cometa a la Tierra, un momento ideal para observaciones espectroscópicas detalladas. Una medición espectroscópica de la velocidad y la composición de los chorros revelará si proceden de la sublimación de bolsas de hielo o de propulsores tecnológicos.
Si en marzo de 2026, tras pasar por Júpiter, detectamos nuevos objetos orbitando alrededor del gigante gaseoso que no enviamos, la historia de la humanidad podría cambiar. De lo contrario, habremos tenido la oportunidad única de estudiar de cerca un fragmento de un mundo alienígena que, como intenta argumentar la NASA, ya es extraordinario por derecho propio.
Imagen | OLLA
En | La NASA ha sido acusada de «secuestrar» las fotografías del 3I/ATLAS durante mes y medio: no le ha quedado más remedio que publicarlas


