volver a lápiz y papel – El diario andino

Damos por sentadas las comodidades de la era digital: la mensajería instantánea, las compras en línea, las bases de datos que impulsan a millones de empresas. Todo fluye hasta que algo se rompe y la rutina se detiene. En las empresas, este fracaso puede tener efectos devastadores. Así lo confirmó Jaguar Land Rover, que sufrió un ciberataque que paralizó sus líneas de producción. Ahora el escenario se repite en Japón, donde Asahi, el gigante que controla alrededor del 40% del mercado de la cerveza, ha tenido que parar su actividad y recurrir a lo más básico: pedidos escritos a mano, documentos en papel y faxes que vuelven a sonar.

El incidente estalló a finales de septiembre, cuando un ataque de ransomware los dejó inoperativos Sistemas de pedidos y envíos de Asahi en Japón. En pocas horas, la empresa tuvo que suspender la actividad en la mayoría de sus fábricas y reorganizar por completo su logística. Los supermercados y cadenas de conveniencia del país, incluidos 7-Eleven y FamilyMart, advirtieron sobre una posible escasez de existencias. Aunque la producción comenzó a reanudarse de forma limitada, la cervecera admitió que no podía garantizar plazos para volver a la normalidad.

Cuando un ciberataque apaga las pantallas y te obliga a volver al papel

Los sistemas que permiten a Asahi procesar pedidos, coordinar entregas y comunicarse con los distribuidores quedaron fuera de servicio tras el ataque. A pesar de las fábricas podrían seguir produciendola empresa se vio obligada a paralizar su actividad porque no podía gestionar ni un solo pedido de envío. La medida formaba parte del protocolo de contención, que incluía el bloqueo de servidores y la suspensión del correo entrante procedente del exterior. En pocas horas, la cervecera más grande del país pasó de la automatización total a una paralización casi total.

Ante el bloqueo digital, Asahi activó un plan de emergencia basado en procedimientos manuales. Los pedidos se anotaban a mano, se imprimían albaranes de entrega y las confirmaciones de envío se comunicaban por fax, como se hacía hace décadas. El objetivo era simple: mantener el flujo del producto, aunque fuera limitado. La cervecería logró así reactivar parcialmente su red de distribución, mientras preparaba la reapertura de su call center. Fue una respuesta lenta y laboriosa, pero permitió que los primeros lotes de cerveza salieran nuevamente de las fábricas.

Poco a poco, Asahi empezó a poner en marcha sus fábricas. Los seis centros cerveceros del país volvieron a la producción limitada, iniciando con la línea Asahi Super Dry. También se reactivaron algunas plantas de refrescos y alimentos, aunque a un ritmo más lento. La empresa precisó que su producción aún estaba lejos de la normalidad y que las medidas de contención seguían vigentes.

El ataque afectó sólo a las operaciones internas de Asahi. La compañía aclaró que sus filiales en Europa y Reino Unido continuaron operando sin incidentes. La parte japonesa, que aporta alrededor del 50% de sus ingresos globalesfue el único golpeado. Aunque el alcance geográfico fue limitado, el efecto económico y logístico dentro del país fue notable.

Un grupo llamado Qilin sy se atribuyó la responsabilidad del ciberataque. Hablamos de una organización que opera bajo un modelo de “ransomware como servicio” y que ya se ha visto involucrada en ataques a grandes empresas. Asahi no confirmó esa versión ni detalló el tipo de intrusión. En todo caso, El Gobierno japonés mantiene abierta una investigación para esclarecer lo sucedido.

Asahi mantiene en marcha su plan de recuperación, centrado en restaurar gradualmente los sistemas de pedidos y envíos. Como decimos, la prioridad inmediata es normalizar la producción y reabrir completamente su centro de atención al cliente. A partir de mediados de octubre, la compañía espera acelerar el ritmo de distribución y recuperar parte del catálogo afectado por retrasos. Aún no ha fijado fecha para la restauración total, pero asegura que se reforzarán las medidas de seguridad antes de volver al cien por cien de funcionamiento.

Imágenes | Asahi (1, 2) | freepik

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